CRÓNICA

Aceptable nivel del Viñas

El Liceu aplaudió a los finalistas, encabezados por Olga Kulchynska

La soprano ucraniana Olga Kulchynska, durante el concierto.

La soprano ucraniana Olga Kulchynska, durante el concierto.

CÉSAR LÓPEZ ROSELL
BARCELONA

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El concierto de finalistas del concurso Francesc Viñas celebrado el domingo en el Liceu no deparó grandes sorpresas vocales aunque sí una constatación: la del cambio de signo en la nacionalidad de los premiados. El dominio eslavo, con tres galardones entre los primeros clasificados, y la aparición en el palmarés oficial de tres tenores estadounidenses y solo un coreano demuestran que algo se mueve en el certamen nacido en Barcelona en 1963. Ni un solo cantante español de los 34 participantes llegó a la prueba final.

El nivel fue aceptable e incluso notable en alguna de las actuaciones respaldadas por la orquesta del Liceu, dirigida por Guerassim Voronkov. Remarcables las intervenciones de la ganadora, la soprano ucraniana de 24 años Olga Kulchynska, especialmente en Qui la voce de I puritani, que interpretó después de Je veux vivre de Romeo y Julieta, y merecidamente aclamado el segundo clasificado, exaequo con el tenor norteamericano Benjamin Bliss, el bielorruso Anatoli Sivkos.

El bajo eslavo exhibió una sólida línea de canto con Madamina de Don Giovanni y la cavatina de Aleko de Rachmaninov. Bliss mostró prestancia escénica defendiendo Una furtiva lágrima de L'elisir d'amore Un'aura amorosa de Cossi fan tutte. El tenor Beoming Kim, único clasificado entre los 157 participantes de Corea del Sur, fue más efectista que sutil en Ah, lève-toi soleil de Romeo y Julieta y Che gelida manina de La bohème.

        La curiosidad de la velada la ofreció el tenor Andrew Owens cantando castizamente la romanza de zarzuela Bella enamorada, mientras que su compatriota Matthew Grills interpretó piezas de Mozart y Rossini y la rusa Galina Averina mostró una buena técnica aunque con escasa proyección con arias de La flauta mágica y Manon.

Es difícil vaticinar si alguno hará carrera en el mundo de la ópera, pero es positivo que se haya abierto el campo de aspirantes con el acuerdo del Liceu con los teatros de ópera de Madrid, París, Londres, Ámsterdam, Berlín, Milán, Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y Pekín, donde se desarrollan las eliminatorias previas de este cada vez más expansivo certamen.