tú y yo somos tres

Soledades: el pastor y Ciudad Golf

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Bajo el títuloAislados, ha conseguido elComando actualidadde esta semana (TVE-1) una interesante reflexión sobre la soledad. En primer lugar, nos han mostrado aManuel, pastor que vive en lo alto de los Picos de Europa, completamente solo todo el año, sin teléfono móvil ni ningún tipo de artilugio para estar comunicado, y con la sola compañía de su perro y sus ovejas. Parecía un hombre enormemente feliz. Luego, el equipo del programa nos ha acercado a un inquietante lugar llamado Zaragoza Ciudad Golf. Había de ser esa zona una fabulosa urbanización de 2.300 viviendas y 10.000 personas. Hoy, en ese lugar, solo hay construido un inmueble, un edificio plantado ahí, huérfano, en medio de la nada. Los pocos vecinos que allí viven sufren una soledad tremenda. Ni parada de autobús, ni servicios, ni colegio, ni ambulatorio médico, ni tiendas. Nada en absoluto. Por no tener, ni siquiera tienen teléfono, porque a las compañías no les sale a cuenta tender un hilo para tan poco negocio. ¡Ah! Qué contraste de soledades: la deManuely la de Ciudad Golf. La soledad buscada, alegre, feliz, del pastor que, más que un pastor, parecía un niño al que los Reyes Magos le hubiesen traído de regalo, para él solo, los Picos de Europa. Y la soledad como tragedia de los habitantes de un edificio sin sentido aledaño a Zaragoza, huérfanos, a lomos de un patético inmueble. Machadiana caravana de tristeza.

EL ESTADO DE DERECHO.-Ha comenzado el juicio sobre el caso de la niñaMariluz, que fue asesinada en Huelva. También en Sevilla los jueces intentan dirimir la implicación deEl Cuco, el menor de edad encausado por otro caso espeluznante y famoso: el deMarta del Castillo. Algunas cadenas de televisión, las privadas fundamentalmente, se están precipitando sobre estos casos con una voracidad escalofriante e inmensa. El sistema que practican no es nuevo. Lo vienen haciendo con tanta frecuencia que se ha instalado en esas cadenas un terroríficomodus operandi. Como si fuera lo más normal del mundo aniquilan el principio de presunción de inocencia; realizan constantemente juicios paralelos interfiriendo en el trabajo de los jueces; desconocen o ignoran lo que significa que alguien esté en situaciónsub iudice, o sea, pendiente de juicio y sentencia. Se pasan todas estas cuestiones por el forro y dinamitan el estado de derecho sobre el que se asienta nuestra convivencia.