tú y yo somos tres

Quedarse en calzoncillos

FERRAN MONEGAL

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El despido, el abandono, deÁngel Martín del programaSé lo que hicisteis...(La Sexta) ha sido un gag de gran ingenio, de ternura agridulce, de retranca sorda y muy bien construido. Abandona las instalaciones de la cadena, traspasa la puerta de salida, comienza a caminar por una senda, alejándose del tinglado televisivo, y de pronto vemos aparecer aPatricia Conde,corriendo como una descosida, gritándole:«¡Ángel, la chaqueta, la camisa, la corbata, los pantalones... hay que devolverlos. Son del programa, no son tuyos!»Y vimos entonces a la bendita criatura, con una cara de orfandad infinita, cómo se iba desnudando, cómo se iba despojando de las prendas que el programa le suministra, hasta quedarse en puros calzoncillos. Ni los zapatos pudo retener. Se tuvo que marchar descalzo y engallumbos. ¡Ahhh! Buena metáfora, dentro de la tristeza que nos produce la pérdida deMartín,aunque por fortuna sea un abandono voluntario, sin que nadie le haya empujado a irse. Dicho esto, cabe alguna reflexión sobre este suceso televisivo. Hace tiempo, hace bastante tiempo, que el programaSLQHse había quedado en calzoncillos. Comenzó siendo un programa con estupendo mordiente, un juego inteligentemente gamberro sobre los muchos esperpentos que la televisión produce, pero luego degeneró y se transformó en el esperpento de sí mismos. Su obra cumbre en este sentido fue aquella pamema que hicieron conPaquirrín.Las causas de esta mutación son explicables. El programaSLQHsufrió una cafre decisión de Tele 5, decisión avalada por un juez desorientado: les prohibieron reemitir imágenes de Tele 5. O sea, se pasaron por el forro un derecho reconocido en todo el mundo: el derecho de cita. Sin derecho de cita, por ejemplo, al menos la mitad de toda la producción editorial de todo el mundo estaría prohibida. Todos los libros de ensayo, de historia, de análisis..., todos los libros en los que el autor abre comillas y cita un párrafo de otro libro, o de un periódico, o una revista, para comentarlo, para coincidir, o para contradecirlo, estarían prohibidos. Como pueden comprender, esta decisión fue una barrabasada jurídica total y absoluta. Fue recurrida y seguramente se ganará en el Tribunal Supremo, pero hasta que no llegue ahí el espacio quedó mortalmente herido. La causa del abandono del estimableÁngel Martín,alma delSLQH, también hay que buscarla en este contexto de disparate jurídico sobrevenido.