¡Alegría, Farruquito al volante!

Francamente, no parece que haya sido buena idea hacerle un reportaje aFarruquito(Conexión Samanta, Cuatro) y entre fiesta y fiesta, entre baile y baile, entre cubata y cubata, recrearse sacándolo al volante de un vehículo. Ya sabemos lo que buscabaSamanta Villary su equipo con este golpe de mostrar al bailaor conduciendo un Mercedes (solo faltó que el vehículo elegido fuera un BMW): incidir, escarbar, morbosear, sobre el trágico accidente que provocó años atrás, cuando conducía sin tener carnet de conducir, sin seguro y bebido, y causó la muerte del ciudadanoBenjamín Olalla. Ya sabemos las intenciones del programa, sí. Lo que no sabemos es lo que ha movido a este muchacho a prestarse a semejante trabajito televisivo. Juerga, cachondeíto, cubatitas, alegría... y cámaras dentro del vehículo mostrándonos cómo conduce. Y, luego, paseo por el jardín ySamantatirándole de la lengua y él declarando:«Tuve que pagar mucho dinero. Primero 140.000 euros. Tuve que hacer un programa del corasón para salvar la casa. Y, luego, 73.000 euros de multa de los de tráfico». Hombre, este artista parece desconocer el valor de la prudencia. En casa no somos partidarios de estigmatizar a nadie de por vida, pero este ejercicio que acaba de realizar es una insensatez. Ya se ha ganado la repulsa de las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico que han advertido:«Denunciaremos a la cadena recién adquirida por Tele 5 por convertirle en estrella instándole a que condujera un coche con sus antecedentes». Efectivamente, que en Tele 5 -y ahora en Cuatro, que ya es suya- no tienen escrúpulos de ningún tipo, ya lo sabíamos. Precisamente en la última sesión deMás allá de la vida(martes 11, Tele 5) la médiumAnne Germain realizó su martingala espiritista contactando con el difuntoBenjamín Olallaen presencia de sus dos hermanos vivos. O sea, que en esta cadena vale todo, todo tiene un precio: vivos, muertos o espíritus. Es curioso, en la madrugada de ayer, enLa Noria, SandrayJordi dijeron:«¿Hasta dónde llegarían, qué estarían dispuestos a hacer algunos por 50 euros?»Y vimos cómo una pobre ciudadana, madura, de apariencia desvalida, para llevarse lo que Tele 5 le ofrecía tuvo que desnudarse y pasearse en pantis y sujetador entre los estupefactos transeúntes. ¡Ah! qué noble ejercicio, sí, esgrimir unos euros ante las narices de una humilde y necesitada criatura por el puro placer de ver cómo se humilla.