TRIBUNA

Jaume Roures me demanda

Jaume Roures (izquierda) es entrevistado por Andreu Buenafuente en el espacio de La Sexta 'Buenafuente', emitido el pasado 6 de septiembre.

Jaume Roures (izquierda) es entrevistado por Andreu Buenafuente en el espacio de La Sexta 'Buenafuente', emitido el pasado 6 de septiembre.

FERRAN MONEGAL

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Esta mañana comparezco ante el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Barcelona con motivo de la demanda que ha interpuesto contra mí Jaume Roures Llop, gran monseñor del imperio mediático Mediapro-Imagina. Me acusa de «graves manifestaciones» y de «falsedad», y me insta a que me «retracte» por lo mucho que está sufriendo su «dignidad» y su «honor». Si no me retracto me amenaza con interponer querella contra mí «por delitos de injurias y calumnias».

La base de esta demanda es el comentario que escribí aquí mismo, en EL PERIÓDICO, el 8 de septiembre del 2010, en donde comenté la entrevista que se hizo hacer en su propia cadena, y de la que es copropietario: La Sexta (en el programa Buenafuente). De esta hermosa sesión resalté en particular el momento en que Roures se refirió a la entrada de capital del fondo estadounidense Liberty en Prisa, imperio mediático contrincante del suyo y con el que le une un largo, sonoro, público y espectacular escenario de ataques y refriegas. Y señalé en mi artículo el golpe que les lanzó Roures: «Aquí hay un tema serio para reflexionar: el principal grupo de comunicación español va a acabar en manos de unos fondos de inversión americanos más o menos especuladores. La mayoría del capital va a ser de ahí, y eso puede tener consecuencias».

Ante este GANCHO de Roures a sus contrincantes de Prisa, propinado desde la privilegiada plataforma de su propia cadena, hice entonces la siguiente reflexión: si en lugar de haber sido entrevistado en la cadena de su propiedad, Roures hubiera sido entrevistado en otra de la que no fuera el dueño, seguramente el entrevistador le hubiera repreguntado: «¿Y de dónde vienen los capitales que impulsan su imperio, señor Roures? Se ha publicado que las empresas matrices de Mediapro están radicadas en Holanda. Quizá incluso en las Antillas holandesas. ¿Qué hay de cierto en todo eso?»

Bien, llegados hasta aquí, señalemos que este es el punto que ha enfurecido a Roures, y es el objeto de su demanda y exigencia de retractación. ¿Y de qué quiere que me retracte?, pregunto yo. Que su imperio radicado en España tiene como base y matriz un intrincado conglomerado de empresas radicadas en Holanda es público y notorio. Hay abundante documentación al respecto que he adjuntado en mi comparecencia: desde el diario Cinco Días, a La Gaceta, a El País o la cadena SER, entre otros medios de comunicación, se nos ha informado de que las sociedades Mediaproduction Propertis BV, Cavendish Square Holding, Mediacapital BV, Equille Investments BV y Witgoud Investments BV, radicadas en Holanda, son los principales accionistas de Mediapro. Mediaproductions Properties BV es titular del 75% del capital, y Equille Investments BV, tenedora del 25% restante, según publicó -y nunca fue desmentido ni obligado a rectificación— el diario Cinco Días en septiembre del 2007. Advierten los analistas de estos diarios, que he adjuntado en la documentación, que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado que las empresas holandesas denominadas BV (Besloten Vennootschap) actúan como refugios para la competencia fiscal desleal: «no tributan nada, no pagan un euro por los dividendos y ganancias…, lo que supone un agravio comparativo respecto del resto de países europeos» (Intereconomía, octubre del 2010). Al respecto, ya habían advertido la cadena SER y el diario Cinco Días en octubre del 2007: «Fuentes jurídicas consideran que radicar empresas en Holanda es, en muchos casos, el paso previo a trabajar desde paraísos fiscales». En efecto, Holanda cuenta con su maravilloso y paradisíaco refugio de las Antillas holandesas.

Bien, pues me sigo preguntando, ¿qué quiere, qué pretende, el señor Roures, que rectifique yo? Y además, me acusa de que he atentado contra su honor. ¡Ahh! Una cosa es la legalidad y otra el honor, sí señor. La ingeniería financiera que en Holanda Roures ha ido tejiendo parece que es legal, efectivamente. Pero el honor es otra cosa, estamos de acuerdo. Es curioso, un empresario tan privilegiado, tan poderoso, que ha recibido del Gobierno de España la preciada concesión de exclusivas licencias de televisión para operar y hacer negocio en todo el territorio español, resulta que la fiscalidad de sus empresas remite al semiparaíso holandés. ¡Ahh! Qué honor, señor Roures, presentarse delante de la masa de audiencia de sus cadenas La Sexta, La Sexta 2, La Sexta 3, La Sexta HD..., presentarse, sí, delante de su audiencia de una España empobrecida, como el empresario estrella de un negocio que vive de España pero que «tiene acento holandés», como tituló irónica y acertadamente el diario Cinco Días en octubre del 2007.

Llegados a este punto, todo parece indicar que lo que pretende el señor Roures no es que yo rectifique, pues nada hay que rectificar, sino que lo que intenta es que me asuste. Seguramente pretende silenciarme y, de paso, que EL PERIÓDICO, el medio que me publica y me sustenta, también guarde silencio. ¡Ah! Coaccionar al periodista, al mensajero, al medio de comunicación, no es nada nuevo. Pero existen instrumentos que la democracia, y la legalidad, pone a nuestro servicio para evitar estas perversiones. Por eso, y de acuerdo con mi abogado Josep Maria Loperena, me reservo el derecho a ejecutar por mi parte las acciones legales correspondientes.