tú y yo somos tres

El plan 'Rubalcalva'

FERRAN MONEGAL

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Ha despertado Buenafuente (La Sexta) del sopor de los programas enlatados que estos días nos ha ido colocando y, finalmente, con una semana de retraso, ha parodiado el tema de los controladores y el caos aéreo provocado. Hombre, la mordida llega tarde, pero nos hemos reído con la parodia que ha hecho Berto, disfrazado de Rubalcaba. Le preguntaba Buenafuente: «Si los controladores siguen poniéndose farrucos, ¿tienen ustedes un plan B?», y la esperpéntica criatura contestó: «Si todo falla cerraremos los aeropuertos y los aviones aterrizarán en mi calva. Es lo que hemos denominado ¡plan Rubalcalva. Y era tanta su excitación que acabó militarizando allí mismo a Buenafuente, haciéndole desfilar al compás de una canción muy marcial que él cantaba: «Sueno como presidente, a todos gusta mi barba, soy el único competente, y además... ¡tengo una calvaaaa!». O sea, un mordisco en plan caja de resonancia de esos rumores que circulan y que señalan a Rubalcaba como posible relevo de ZP en las elecciones generales.

CAROD SE SUELTA .- Hemos disfrutado mucho en casa con la entrevista de Xavier Bosch con Carod-Rovira en Àgora (TV-3). Las preguntas, muy bien hilvanadas, provocaron respuestas de una contundencia sensacional. Pongamos unas pinceladas:

-¿Qué porcentaje de la derrota se atribuye?

-Mire usted, yo soy de letras.

-¿Se alegró de los resultados?

-No soy masoquista.

-¿Qué le ha dicho a Puigcercós?

-Hace un año que no hablamos.

-¿Le parece suficiente que haya puesto el cargo a disposición?

-Tras el descalabro de ERC, lamerse las heridas no sirve de nada.

-¿Acabará usted dándose de baja?

-Es evidente. Es de sentido común.

¡Ah! Cómo se fue soltando Carod ante el hábil encadenado que el periodista fue lanzando. Es de justicia añadir que, después de Carod, recibió Bosch a dos colegas, Lluís Foix (La Vanguardia) y Francesc Valls (El País), para que reflexionasen sobre el fenómeno Wikileaks. ¡Ah! Qué claridad de ideas. Y qué puntería por parte de ambos. Me está pasando con Foix una cosa colosal: le voy siguiendo en las tertulias de la tele y de la radio, pasan los años, y aunque a veces pueda discrepar de sus análisis, me descubro, me quito el sombrero, ante la regeneración del género tertuliar que este pausado, elegante y sagaz compañero, encarna.