tú y yo somos tres

Frank, asustado, se hace el muerto

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tenía que pasar. Ya se lo advertí días atrás. El moderno y divertido Tarzán de la jungla Frank Cuesta (Cuatro) se ha ido en busca de los tigres, de los tigres de verdad, en plena selva tailandesa, y ha tenido un susto espatarrante. Les cuento. Primero estuvo deambulando por un zoo -y luego un monasterio budista-, en donde hay unos tigres imponentes, sí, pero un poco apelmazados, tristes, semidomesticados, unos tigres con el instinto de fiereza rebajado, ideales para impresionar a los turistas (videofoto adjunta). Ante aquel panorama de bestias grandes pero relativamente reprimidas -alguna incluso con los colmillos aserrados-,

Frank se rebeló y dijo: «¡Me voy a la selva, a buscar a los auténticos tigres salvajes!» Y patapam, se fue para la selva, él solito, con una cámara al hombro, porque no quería poner en riesgo al resto de su equipo. Y claro, pasó lo que tenía que pasar: que encontró al tigre, y el acollonamiento que le sobrevino fue colosal. Se tuvo que tumbar en el suelo, inmediatamente, simulando estar muerto, y evitar así que la bestia le descuartizase. ¡Ah! Qué momento más espectacular ha conseguido Frank. Digamos, no obstante, que televisivamente hablando, en casa no hemos visto al tigre ni nada. Solo hemos visto a Frank con cara de asustado, y de pronto han sonado unos rugidos, y una especie de golpe contra el suelo, que es cuando nuestro Tarzán se debió hacer el muerto un rato. Pero nada más. O sea, que a lo mejor los más perspicaces quizá habrán pensado que todo eso era golpe de teatro. Hombre, bien mirado, yo mismo podría adentrarme ahora mismo por la zona más arborescente del Turó Park, pongamos por caso, tirarme al suelo de golpe y porrazo, y que algún técnico de sonido fuese intercalando rugidos de tigre de Rioleón Safari, previamente grabados. Pero ya les adelanto que no sería lo mismo. Me saldría una birria. Una charlotada. Frank, en cambio, es un showman sensacional. Ha protagonizado una escena la mar de impactante. No les puedo asegurar si allí había tigre o no había tigre, porque no hemos visto nada. Es más, por no ver, no hemos visto ni un gato. Pero Frank ha estado impecable. Convincente. Total. ¡Ah! Qué madera de actor la de este muchacho. Añadamos un dato: para dar mayor verosimilitud al suceso, el programa ha advertido que Frank se retira. O sea, se ha asustado tanto que ahora quiere descansar. Lo comprendemos. ¡Hasta la próxima temporada, Frank!