TELEFAUNA

Jordi González, pelícano australiano

El presentador ha sabido construir un debate político muy puntiagudo en 'La noria'

Pelícano

Pelícano / periodico

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Años atrás, cuando comencé esta Telefauna, Jordi González no era asimilable a una criatura ornitológica, sino a un molusco, concretamente al mejillón cebra, que es un bivalvo de una resistencia colosal, capaz de pasar años guarecido en algún cauce fluvial a la espera de que se dieran las condiciones óptimas para resurgir.

Efectivamente, Jordi pasó muchos años agazapado por platós televisivos, desde TVE-Sant Cugat a Canal Sur, pasando por TV-3, City TV, Antena 3 TV y TVE-1.

Esperaba su momento. Y le llegó cuando aterrizó en Tele 5. Allí le comenzaron a brotar alas, pico, y plumas, y comenzó a mutar en estornino, que es un pájaro colonizador de primera categoría. Jordi fue colonizando programas de T-5 a velocidad de vértigo: A corazón abierto, Gran hermano vip: el desafío, Gran hermano: el debate, Engaño, Esta cocina es un infierno, TNT, La casa de tu vida, Díselo a Jordi, Supervivientes: el debate, ¿

¡Ah! Jordi asimiló muy bien el estilo que esta cadena exige, y se ganó el aprecio de Paolo Vasile, el gran padrino. Jordi prosperó mucho; o sea, buena soldada y acceso libre a todas las pistas del circo.

Y, de pronto, a finales de agosto del 2007, le llegó el programa que ha sido su consagración definitiva: La noria. En La noria, Jordi ha experimentado una segunda y quizá definitiva mutación: ha dejado atrás al pequeño estornino para erigirse en gran pelícano australiano (pelecanus conspicillatus), que es un pájaro de envergadura. No es casualidad la elección de este fenomenal ejemplar de la ornitología: Jordi siempre ha dicho que, tarde o temprano, acabará en Australia, país que le seduce muchísimo. 

El pelícano australiano posee cuatro características ideales para triunfar en Tele 5. En primer lugar, su imponente esqueleto es extremadamente leve, casi ingrávido; o sea, que a pesar de su volumen puede moverse con gran agilidad. En segundo lugar, es palmípedo, es decir, lo mismo vuela por el cielo que nada por las charcas más turbias. En tercer lugar, es la única ave del planeta que tanto le da beber agua salada que dulce, lo cual le permite sobrevivir en condiciones durísimas. Y por último, su pico acaba en gancho, potentísimo, y además tiene debajo una bolsa, una red, que hincha a su comodidad. O sea, que a la vez que atrapa a la presa con la red, ¡catacrac!, le pega un golpe con su gancho y la deja atontada, como mínimo.

En estos años al frente de La noria, Jordi González ha hecho una labor virtuosísima. Ha sabido construir un debate político muy puntiagudo, dibujando en la mesa las dos Españas (ala derecha, ala izquierda), aplicando las técnicas de ignición ¿modernizadas¿ que aprendió hace años, en Moros y cristianos. Y en cuanto a su variado repertorio de entrevistas, ha compaginado las criaturas más birriosas con jornadas en las que ha tenido a Rosa Díez; a Santiago Carrillo; al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; al ministro de Fomento, José Blanco, y al líder de CiU, Artur Mas.

O sea que, hoy por hoy, Jordi González representa la aristocracia de los presentadores de Tele 5. Alguna vez aún tiene la servidumbre de presentar pamemas como Las joyas de la corona o Más allá de la vida, pero su estatus en la cadena contenedor parece gozar de cierta altura. No como otros, que deben chapotear cada día en la cutre frikilandia deluxe.