Catalunya Ràdio pide diferenciar la publicidad del patrocinio

Ramon Mateu, director de Catalunya Ràdio, pidió ayer en la comisión de control de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) que los anuncios que cumplen un servicio público no computen en el límite publicitario establecido por el Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) de seis minutos la hora.

Según Mateu, muchas cuñas radiofónicas no responden al interés económico de la emisora, sino que son anuncios de servicio público de asociaciones que se ubican de forma «muy salpicada» en el territorio. También consideró que limitar la publicidad en las radios públicas a seis minutos es «insuficiente». Pese a esta limitación, Mateu se propone cerrar el 2010 sin déficit.

El presidente de la CCMA, Enric Marín, defendió el modelo de financiación mixta, que evita un «sobreesfuerzo» de la administración. También señaló que este sistema potencia la industria publicitaria en Catalunya, así como la normalización del catalán en los anuncios.

Por otro lado, el consejo de gobierno de la CCMA ha decidido aplazar hasta el próximo miércoles la decisión sobre la cobertura informativa de la campaña y la aplicación de los polémicos bloques electorales. Según explicó Marín en la comisión de control, el consejo de gobierno tenía previsto tratar el tema el pasado miércoles, pero finalmente optaron por aplazar la decisión porque no daba tiempo para abordar el asunto con el «rigor» necesario.

No obstante, la directora de Televisió de Catalunya (TVC), Mònica Terribas, expresó su oposición al sistema de bloques. «Está demostrado que más minutos no significa más impacto», dijo, en referencia al modelo de anteriores elecciones, que marca el tiempo que un informativo debe dedicar a cada partido según su representación parlamentaria.

La diputada Joana Ortega (CiU), que criticó que los directivos de la CCMA vayan al Parlament sin los deberes hechos, defendió el sistema de bloques electorales cronometrados. Al igual que el diputado Daniel Font (PSC), quien dijo a Terribas que espera que no vuelva a pasar como en anteriores elecciones, en las que los trabajadores de TV-3 -que calificó de «comando soviético»- expresaron su oposición al sistema con frases sobreimpresas en la pantalla.