El verano de la marmota

Podemos respirar tranquilos. Todo está bien.Ana Obregónmantiene su espléndida figura y nos la muestra en bañador. La duquesa de Alba sigue en forma, de palacio en palacio.Norma Duvalluce escote y sonríe. El Príncipe navega. La Princesa va a buscarle. Las infantas llevan menorquinas. El amor está en el aire (este año, las agraciadas han sidoSara Carbonero yEva González). Día tras día, las teles (admitámoslo, la prensa escrita también) nos muestran estas imágenes y certificamos que, efectivamente, es verano. El verano de la marmota. ¿Se acuerdan deBill Murrayrepitiendo cien veces la misma pieza informativa enAtrapado en el tiempo? Una y otra vez, micrófono en mano, da cuenta de la fiesta del día de la marmota. Pues aquí lo mismo, pero en la playa. Menos mal que este año tenemos aMichelle Obama revolucionando la España deBienvenido Mister Marshallpara romper un poco la rutina. Además, el Rey, por primera vez, no navega. Ya tenemos dos noticias de verdad.

¿Cómo consigue un reportero de televisión mantener el entusiasmo e informar de lo mismo de lo que ha informado mil veces antes? Y en el caso de que sea su primera vez, ¿cómo aporta originalidad a un tema que está en la memoria audiovisual de todos los españoles?

Los reporteros de las agencias del corazón pasan horas y horas al sol para arrancar, en el mejor de los casos, una declaración tipo:«Sí, sí, estoy muy tranquila en la playa. Sí, sí, estoy bien. No, Fulano (o Fulana) se ha quedado en Madrid por motivos de trabajo. Viene el sábado». Siempre lo mismo. En el caso de que la persona pública sea una mujer joven con pareja, la segunda pregunta no falla:«¿Para cuándo la boda?».Porque, sí, España es un país conservador donde las mujeres tienen que casarse y tener hijos para ser felices.«A los cinco meses de estar con Cayetano (Rivera) ya me estábais casando», se quejaba el otro díaEva Gonzáleza los reporterosrosas.

El verano de la marmota, en cualquier caso, no afecta solo al corazón. La política también está atrapada en el tiempo. La secretaria general del PP,María Dolores de Cospedal, resucitó hace poco la teoría de que la política y la fiscalía acosan a su partido. Para no ser menos, el año que viene, por estas mismas fechas, aparecerá en esta misma página este mismo artículo. Quizá cambiemos la foto y pongamos una deBill Murray, el reportero que hizo amar (y odiar) la sensación dedéjà vu.