tú y yo somos tres

Noche de traidores, y una nariz

ferran Monegal

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Y al grito de«¡Hoy, ¡la noche de los traidores!», comenzóQuico Taronjí–sustituto de Jaime Cantizano,que está de vacaciones– el programaInforme DECen la madrugada de ayer (A-3 TV). ¡Ahh! Qué sesión más bonita. Qué repertorio de abnegadas y virtuosas criaturas. A raíz delsupuestodolor deBelén Estebanpor la aparición de una supuesta amante de su marido, este programa nos sacó un ramillete de criaturas, todas ya conocidas, al objeto de que fueran afilando y pespunteando los cuernos que al parecer laprincesa del pueblolleva.Taronjínos decía, entusiasmado:«Es la primera vez que los traidores se van a sentar juntos en la tele!»Y nos pasó unos vídeos de las seis alhajas. A saber:Verónica, examiga deBelén, señora de lengua larga y venenosa;Rocío, hermana de la supuesta amante del marido deBelén; el biógrafo no autorizado deBelén, un talJulián Fernández; el malvado vecino deBelén, llamadoJuanjo Ortega, que la pone a parir cada vez que puede; el quinto amante deBelén, un dilecto camarero de nombreCésar, y finalmente la tremendatietadeAmbiciones, Laly Bazán, señora muy guerrera de la que sacaron el siguiente relicario:«A ver si Belén revienta de una vez. A ver si explota como el lagarto de Jaén», que es una cita histórica muy hermosa, porque en efecto cuenta la leyenda que en el año 1600 hubo en Jaén un lagarto asesino y tremendo que un valeroso pastor consiguió reventar, escena que luego un artista local inmortalizó como fresco en la Fuente de la Magdalena. Bien, realizadas estas presentaciones videográficas de los seis traidores de la noche, vimos de pronto que solo aparecieron tres en el plató:Rocío, Verónica y Julián, con lo cual –y sin desmerecer sus notables artes traicioneras– tuvimos una decepción en casa. Esperábamos el cuadro al completo, francamente. Pero al concluir sus deposiciones, y tras abandonar la escena, llegó la auténtica sorpresa de la noche: entró el cirujano autor de la nueva nariz deBelén, el doctorVila-Rovira. ¡Ah! Lo de este estimable médico, allí sumergido, no sé si es fruto de una gran valentía o una enorme candidez. Los cotillas allí presentes le pegaron un antológico meneo. Le decían:«¡La nariz de Belén está torcida!», mientras el publico coreaba:«¡Torcida, torcida!», y el bendito doctor intentaba defenderse alegando:«¡Soy cirujano, no soy Dios!». ¡Ah! Qué noche más curiosa:Belén, criatura a sueldo de Tele 5, ha sido exprimida y rentabilizada..., ¡en Antena 3!