Catalunya llevará a las escuelas la protección de la intimidad

Menores consultan páginas de 'informers' en Facebook desde su móvil.

Menores consultan páginas de 'informers' en Facebook desde su móvil.

CARMEN JANÉ / Barcelona

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El 57% de los jóvenes españoles se apuntaron a una red social entre los 12 y los 13 años, cuando la edad legal para entrar en Tuenti o en Facebook, las más populares, son los 14 años. Es entonces cuando la legislación española permite que se puedan tratar sus datos personales sin consentimiento paterno. Solo el 27% de los adolescentes se apuntó a Facebook a los 14 años, y otro 16% lo hizo más tarde. El resto hay que suponer que directamente mintió, con o sin consentimiento de sus padres.

Son datos de un estudio de la Fundación Solventia sobre alumnos de colegios privados y concertados de toda España en el 2011, que revela también que el 94,8% de los menores consideraron que fue muy fácil registrarse. «Nadie comprueba nunca la edad de los menores en internet, y además ahora van todos con smartphone», denuncia Maria Àngels Barbarà, directora de la Autoritat Catalana de Protecció de Dades.

INFORMACIÓN PERSONAL / Este organismo de la Generalitat tiene especial interés en que los menores sean conscientes de los riesgos de la vulneración de la privacidad y de diseminar información personal por webs, apps móviles y redes sociales. Y quiere llevar esta materia a los currículos escolares. «Nos reuniremos con Ensenyament para estudiar cómo introducir la protección de la intimidad en la escuela. No como asignatura, pero para que forme parte de su educación», señala.

«Hay que aplicar las mismas pautas en la red que en la vida real: no hablar con desconocidos, no difundir información personal, mantener el nivel de privacidad en el máximo, usar cuentas limitadas...», recuerda Barbarà.

Los menores, coinciden distintos expertos, no tienen la misma percepción de la intimidad que sus padres o abuelos. «Los mayores estamos preocupados por nuestra privacidad, pero los más jóvenes no la viven igual. Quieren que se sepa quiénes son, ser famosos. Para ellos es un plus tener muchos amigos en Facebook aunque ni los conozcan», explica Enric Quintero, director de la empresa de análisis Metriplica.

Los estudios de márketing hablan de esos menores como la generación de «nativos digitales». Nacidos con internet y el móvil puesto, una de sus características definitorias es el uso y abuso de las redes sociales. Son los hijos de la generación Y, los actuales treintañeros, los más aficionados a internet y a las redes sociales, víctimas de la crisis y acostumbrados a vivir en público.

SE SABEN CONTROLADOS / «Hay hijos que difunden conflictos familiares a través de Facebook o Twitter, o que se comunican con sus padres por Whatsapp. Casi hay que tener un community manager familiar, porque quizá a su padre le genere un problema profesional que se sepa que tiene conflictos con sus hijos. Y los críos no son conscientes», señala Quintero. Tampoco seguramente lo son de que Whatsapp exige una edad mínima de 16 años para sus usuarios, la misma que para conducir en EEUU.

Otro estudio de la Asociación Protégeles y del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, sin embargo, revela que, a su manera, los menores sí siguen ciertas medidas de seguridad on line. Siete de cada diez confiesan que usan un nombre inventado cuando se relacionan en las redes sociales, y el 84% no ha dado nunca ni la dirección ni el teléfono por internet.

También son conscientes de lo que está en juego. El 97% de los menores creen que lo que hacen en internet puede ser visto por otros, el 82,7% sabe que se graba en bases de datos de empresas y el 69% confiesa que nunca rellena todos los campos que se piden para registrarse en algún servicio.

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