Siete personas cambiaron en España billetes franceses manchados con pintura antirrobo

En el 2013, un nuevo sistema antirrobo recién implantado en Francia sorprendió a diversos atracadores. El mecanismo, adquirido por algunos bancos, consiste en instalar un depósito de tinta dentro de los cajas fuertes. Cuando los ladrones las fuerzan, explota el depósito y deja los billetes manchados de tinta.

En España diversas entidades bancarias se interesaron por el sistema, pero la mayoría lo descartaron. Sí apostó por el nuevo invento una cadena de supermercados. El problema es que cada dos por tres había un trabajador que se olvidaba de deconectarlo y explotaba empapando todos los billetes de la caja registradora. 

No es un colorante "normal y corriente", explica Antoni Mariscal, jefe del Área Central de Delitos Económicos de los Mossos d’Esquadra. Es como "un ADN" que permite identificar el sitio del que han sido sustraídos. Los atracadores franceses tuvieron éxito en sus golpes, robaron varios cajeros e incluso perpetraron un asalto sonado a un furgón en Marsella para el que usaron explosivos. El botín, sin embargo, fue un montón de billetes que chorreaban pintura y que no valían para nada.

INTENTO DE CAMBIO

Los ladrones reaccionaron tratando de canjearlos. Algunos lo intentaron en España. Para ello contactaron con siete personas, casi todas españolas salvo una, de nacionalidad marroquí, para que los cambiaran. El Banco de España tiene la obligación de dar un billete nuevo cada vez que un ciudadano entrega un billete auténtico pero en mal estado.

Estos siete individuos que colaboraron con los atracadores -puesto que no está demostrado que ellos participaran en los golpes directamente- daban explicaciones muy vagas sobre el origen del tinte, hablaban de manchas provocadas por líquido refrigerante de coche en algunos casos. En pocos días trajeron casi 90.000 euros a oficinas de Ceuta, Madrid y La Jonquera.

ANÁLISIS DE LOS BILLETES

Los banqueros reconocieron el tinte de los billetes. El análisis del laboratorio de la Policía Nacional certificó que efectivamente las manchas de los billetes estaban originadas por sistemas de seguridad de bancos o furgones blindados.

La policía solicitó una comisión rogatoria para llevar a cabo el análisis de las tintas y poder relacionar el dinero con varios atracos perpetrados en el sur de Francia. Pero la respuesta ha tardado cuatro años en llegar. Mientras esperaban, se siguieron produciendo nuevos intentos de cambio de billetes que pudieron ser bloqueados. En total, casi 120.000 euros.

Tanto tiempo ha transcurrido desde el 2013 que el juez ha desestimado el registro de los domicilios de las siete personas implicadas. Si la respuesta francesa hubiera llegado antes, tal vez habría resultado posible vincular con más claridad el rol que los siete jugaron dentro de la red de blanqueo. Ahora, ni siquiera está claro que pueda demostrarse que han cometido un delito, explica Mariscal, dado que no hay pruebas de que tuvieran conocimiento de que se trataba de dinero robado. Los siete han sido detenidos y puestos en libertad.