La sangre encontrada en la casa de la desaparecida de Majadahonda es humana

Se trata de una cantidad escasa y con apariencia de haber sido lavada con lejía

Un momento del registro en la casa pareada de Majadahonda, con el sospechoso escoltado por los agentes.

Un momento del registro en la casa pareada de Majadahonda, con el sospechoso escoltado por los agentes.

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La sangre que encontró hace días la Guardia Civil en la casa de Majadahonda (Madrid) en la que vivía la mujer desaparecida a principios de mes, presuntamente asesinada por su casero, era humana, y ayer se encontraron más restos que se analizarán para determinar si también corresponden a una persona.

Fuentes del instituto armado han explicado que en el primer registro practicado en la vivienda, efectuado tras interponerse la denuncia por la desaparición de Adriana G., se encontraron restos de sangre en una trituradora y en la pared, que ahora se sabe que corresponden a una persona.

Se trata de una cantidad escasa y con apariencia de haber sido lavada con lejía o algún otro producto de limpieza, lo que puede dificultar que se pueda extraer ADN en las condiciones necesarias para poder ser comparado con el de la familia de la desaparecida y así determinar si pertenece a ella.

A estos restos se suman los encontrados en el registro de ayer, que se prolongó durante todo el día y al que asistió el arrestado, entre ellos otras gotas de sangre que también habría tratado de ocultar pero que los agentes han encontrado y ahora se analizan, según han precisado a Efe otras fuentes de las investigación.

En este registro participaron agentes de criminalística y perros adiestrados.

Durante el mismo, el detenido, llamado Bruno, de 32 años y nacionalidad española, se mostró "tan frío y distante como desde el principio", sin colaborar con los agentes.

Desde su detención el pasado 7 de abril, acusado inicialmente de haber podido participar en la desaparición y posteriormente de homicidio, el arrestado no ha reconocido ser el culpable ni ha ayudado a los investigadores.

En su domicilio de Móstoles se encontró el móvil de la mujer desaparecida, y en las inmediaciones el coche, por lo que los investigadores trabajan con la hipótesis principal de que mató a la mujer, la descuartizó, la metió en bolsas y tiró los restos a la basura.

Por eso desde hace días se inspeccionan tanto el vertedero de Majadahonda como de Pinto, al que van a parar las basuras del primero. Hoy esta búsqueda continúa, en principio sin resultados.

La Guardia Civil ha comprobado que el detenido es un hombre con problemas psiquiátricos que ha estado ingresado en alguna ocasión por este motivo, pero que según las fuentes nunca ha estado en busca y captura para ser internado, ya que si los médicos consideran necesario ese internamiento no compete a las fuerzas y cuerpos de seguridad llevarlo a cabo.

No cuenta con antecedentes policiales, aunque la Guardia Civil sí sabe que hace tiempo la Policía tuvo que acudir a su domicilio de Móstoles porque, según relataron sus allegados, no se había tomado la medicación y estaba muy alterado. Solo tuvieron que calmarle.

Por el momento la Guardia Civil investiga únicamente el caso de Adriana, ya que es la única cuya desaparición se ha denunciado, aunque los investigadores cuentan con el listado de los últimos inquilinos del detenido y en un futuro comprobarán su paradero.

También se investigará más adelante si una tía del arrestado, que es la dueña de la vivienda que él alquila, está ingresada en una residencia, como él aseguró, o ha fallecido.

Algunos vecinos han expresado su sospecha de que el detenido pudiera haber matado a más inquilinos de la vivienda que alquilaba, pero, al no haber recibido denuncias en este sentido, la Guardia Civil comprobará el paradero de estas personas más adelante.