JUICIO POR EL CRIMEN DE ASUNTA

La madre de Asunta: "Alguien le dio orfidal a mi hija, pero no fui yo"

Pese a su voz temblorosa y a veces casi inaudible, Rosario Porto ha mantenido con mucha solidez el mismo guion que figura en la instrucción

MANUEL VILASERÓ / SANTIAGO DE COMPOSTELA

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El largísimo interrogatorio al que ha sido sometida la madre de Asunta por el fiscal Jorge Fernández de Aranguiz no ha servido para detectar apenas ninguna contradicción en la versión sostenida hasta ahora ni para que Rosario Porto incriminara a su exmarido.

La única puerta abierta a esta acusación la ha dejado Charo al admitir que la niña fue drogada "si así lo dicen las pruebas" y asegurar con rotundidad que ella "nunca" le suministró este medicamente. También ha admitido que Alfonso Basterra pudo tener la oportunidad de proporcionarle la droga el día de la muerte cuando ella se ausentó durante la comida para ir al lavabo.

Estas afirmaciones las ha hecho tras el momento más tenso del interrogatorio, cuando el fiscal le ha mostrado las fotos del cadáver de la niña con el supuesto fin de que identificara las cuerdas halladas junto al cuerpo. "¡Ya he visto el cadáver!, ¡ya lo he visto!" ha exclamado Porto estallando en sollozos y mostrándose al borde del colapso ante un auditorio sobrecogido.

VOZ TEMBLOROSA

La acusada ha interpretado a la perfección el papel de madre doliente y pese a su voz temblorosa y a veces casi inaudible, ha mantenido con mucha solidez el mismo guion que figura en la instrucción, añadiendo incluso nuevos argumentos entresacados de su vida carcelaria.

De las cuerdas, por ejemplo, que son idénticas a las halladas en su casa de Teo, ha señalado que no las conocía "para nada". "Compañeras presas del rural me han comentado dicen que el campo está lleno de cuerdas de esas", ha apuntado.

También ha escenificado con expresivos gestos el estado de confusión en que se sumió tras la desaparición de su hija para justicar las contradicciones en las que incurrió en sus promeras declaraciones ante la policía. En su primera versión señaló que había dejado a la niña en la casa haciendo deberes y, tras saber que las cámaras la habían grabado llevándola a Teo, aseguró que si la llevó, pero como se encontraba mal la llevó de vuelta y la dejó cerca de la casa familiar.

"LO HICIMOS LO MEJOR QUE PUDIMOS"

Porto también ha contado este jueves en el juicio sobre este crimen que tanto ella como su ex, "como padres, lo hicimos lo mejor que pudimos". "Como cónyuges no lo supimos hacer bien", ha contestado al fiscal asignado al caso, Jorge Fernández de Aránguiz, y ha confesado que la ruptura con su marido fue difícil.

Ha contado que había una tercera persona, por parte de ella, pero que no fue el "detonante de nada", a pesar de que Basterra se enterase de que estaba con otro, y que esto solo tuvo importancia cuando Rosario se puso enferma y su en otro momento cónyuge se ofreció a cuidarla, pero si ella se mantenía soltera, sin nadie.

Tampoco esto le pareció extraño, porque "unos cedemos en una cosa y otros, en otras", ha relatado, y ha comentado que en esa situación dependía de Alfonso, porque no se valía por sí sola, y necesitaba apoyo y poner de su parte con el objeto de no enfrentarse al consumo de antidepresivos.

En la actualidad, lleva dos años medicada por este estado anímico y, según ha enumerado, no puede tomar el sol, tampoco beber y fumar, y se ha convencido, merced a sus reacciones, de que la medicina preventiva le da muchísimo "mejor resultado que la sintomática".

Desde que en junio del 2013 tuvo un ingreso hospitalario, meses antes de la muerte de Asunta, hallada sin vida el 22 de septiembre de ese año en una pista forestal de Teo (A Coruña), Rosario Porto nunca ha vuelto a encontrarse bien, pero desde el inicio de este problema, y mientras pudo, antes de su ingreso en prisión, tuvo el apoyo "de la señora que le ayudaba en casa, de la madrina de Asunta y de Alfonso Basterra".

El apoyo de éste lo ha explicado: "Yo no conozco rupturas pacíficas, en un primer momento no fue pacífica", ha afirmado, y consultada por si Alfonso se comportó como un energúmeno, ha respondido que "un poco sí", e incluso que ella tuvo miedo, porque a veces las personas "nos descontrolamos, actuamos de forma inadecuada" y "en ocasiones discutimos y perdemos el control".

No obstante, ha detallado que, a su hija, Alfonso Basterra le daba "lo mejor de sí", y ha matizado que "a veces de forma equivocada, pero todos los padres tienen formas distintas, a él podían parecerle correctas cosas que a mí no. Me estoy refiriendo a comprarle una piruleta o no en un momento determinado".

A la cuestión de si había un pacto para el cuidado de la pequeña, Rosario Porto se ha puesto nerviosa con la palabra "pacto", máxime "después de todo lo oído en los últimos tiempos" en lo relativo a un plan conjunto para que la cría a la que habían adoptado falleciese asfixiada.

En lo referente a la supuesta alergia de la víctima, ha precisado que en realidad era "rinitis alérgica estacional, que no es lo mismo que ser alérgica".

El presidente del tribunal del juicio por el asesinato de Asunta ha decidido que sea la madre de la niña, Rosario Porto, la primera en declarar este jueves.

Porto, se mostró compungida y llorosa el miércoles, durante la primera jornada de la vista oral a la que estaba obligada a asistir. Esta mañana ha llegado vestida de luto riguroso.

La estrategia de las acusaciones se centrará en escarbar en las contradicciones entre los dos acusados para conseguir que, como mínimo, uno de los dos desbarate la coartada del excónyugue..La principal contradicción detectada durante la instrucción afecta una cuestión clave: Con quien durmió Asunta las noches anteriores a que llegara drogada a la escuela. 

PREGUNTAS "DURAS"

Poco antes de entrar en la sala, Aranguren ha aventurado que este jueves será un día complicado para su patrocinada puesto que espera que las preguntas sean "duras" ya que le recordarán "su vida pasada y la de su hija".

Consultado por el estado anímico de Porto, que en la sesión de este miércoles profirió llantos continuos, Aranguren ha señalado que era una actitud "previsible". "Era el cumpleaños de la niña, se está hablando de su vida y de su muerte", ha explicado, y ha recordado que en la sala de vistas "se está diciendo que fue ella y, además, en una situación dramática, y eso hace mella".

"Hoy cuando se le pregunte y tenga que pronunciarse va a ser peor", ha avanzado este letrado momentos antes de que comenzara la primera jornada de declaraciones.

Los padres de Asunta Basterra Porto, acusados de la muerte violenta de esta niña de 12 años encontrada en una pista forestal de Teo (A Coruña) el 22 de septiembre del 2013, han llegado a los juzgados compostelanos a las 09.10 procedentes del penal de Teixeiro en el que permanecen en régimen de prisión preventiva desde hace más de dos años.