La Guardia Cilvil limita a dos las desapariciones de la casa de los horrores

La tía del casero de Majadahonda desapareció "de forma no voluntaria" tras poner en venta el chalet, según los investigadores

Un momento del registro en la casa pareada de Majadahonda, con el sospechoso escoltado por los agentes.

Un momento del registro en la casa pareada de Majadahonda, con el sospechoso escoltado por los agentes.

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La Guardia Civil ha confiirmado este viernes que los seis inquilinos que habían vivido en los últimos tiempos en la casa de Majadahonda que alquilaba el arrestado Bruno H.V.,  y en la que vivía la mujer argentina desaparecida, Adriana Giogiosa, han sido localizados, por lo que se descarta que existan más víctimas. El caso se reduce, por tanto, a dos desaparecidas, la inquilina, y la tía del detenido. 

La principal hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil es que Bruno mató a la inquilina, la descuartizó y tiró sus restos a la basura.En el marco de esta investigación, el instituto armado ha encontrado en la vivienda en la que vivía la mujer, dentro de una trituradora, restos de sangre que se corresponden con ella.

Esta picadora estaba en un sótano al que solo podía acceder con llave el casero,  según ha explicado este viernes el comandante jefe del puesto de la Guardia Civil de Majadahonda, Julián Martínez, en una rueda de prensa en la que ha informado sobre este caso junto a la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, y el coronel jefe de la Comandancia de Madrid, Santiago Caballero.

Martínez también ha relatado que los seis inquilinos que habían vivido en los últimos tiempos en la casa han sido localizados, por lo que se descarta que existan más víctimas.

Sí se contínúa buscando a la tía del detenido, Lidia H.F., dueña de esa casa, de la que no se tienen noticias desde el 2011. Según los investigadores, esta mujer "de forma no voluntaria" tras poner en venta dicha vivienda, de la que era propietaria.

De hecho, según han contado a la Guardia Civil vecinos y allegados a esta mujer, no la ven desde ese año  y atestiguan que puso en venta su chalet, conocido porque era en el que residía hasta este mismo mes en régimen de alquiler la mujer argentina que se teme que fue asesinada por el sobrino de Lidia, que hacía las veces de casero.

A pesar de este intento de venta, la Guardia Civil ha encontrado otro documento, de fecha posterior, en el que la dueña de la vivienda se la cede en usufructo. Los agentes han enviado dicho documento a su servicio caligráfico para que determine si la firma de la mujer es verdaderamente suya o está falsificada.

Por otro lado, el comandante ha confirmado que desde hace unos años hay pocos movimientos en las cuentas bancarias de la tía desaparecida. Aunque hay ingresos de su pensión y gastos de recibos, no hay reintegros de efectivos o de estancia en algún tipo de residencia. Y es que, según indicó el detenido en un primer momento, su tía había ido a vivir a un asilo, aunque no recordaba cuál.