Tensión en la conferencia sectorial

Wert convoca otro encuentro tras la rebelión de tres consejeras

ANTONIO M. YAGÜE
MADRID

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Primero el sonoro plante de laconselleracatalana, Irene Rigau, y después el duro debate con la de Andalucía, Mar Moreno, y la viceconsejera vasca en funciones, Marian Ozcáriz, forzaron al ministro de Educación, José Ignacio Wert, a convocar una nueva conferencia sectorial de educación para el próximo día 19 y aflojar el paso en el tortuoso camino para aprobar la reforma educativa. «Hemos tenido que enseñar los dientes, anunciando acciones legales, porque esta reunión vulneraba clarísimamente el reglamento de la conferencia sectorial al haber presentado cambios con tan poco tiempo», aseguró Moreno. La viceconsejera vasca y antigua asesora en el Ministerio con el Ejecutivo del PSOE también planteó el «flagrante defecto de forma» en la convocatoria porque no se cumplía el plazo mínimo de 10 días desde la remisión de la documentación a las autonomías.

«Desde el punto de vista jurídico se cumplía la legalidad, pero como es tan importante debatir y pulir aspectos hemos optado por ampliar el plazo de consulta con una cuarta reunión», expuso Wert con el tono caballeroso y dialogante que suele mostrar ante los medios. No obstante, según las comunidades del PSOE, Wert ha cedido para evitar una amenaza de impugnación de la conferencia, ante el riesgo de que pudiera bloquearse jurídicamente la tramitación de la ley.

PERIPLO POR LOS PASILLOS / El ministro pudo comprobar, en una de las conferencias más tensas y movidas que se recuerdan, como el texto presentado a los consejeros lograba, como era de esperar, el aval de los representantes del PP, pero topaba con las discrepancias de los de Euskadi, Andalucía, Asturias y Canarias y el rechazo total de Catalunya, escenificado con el abandono de laconselleraRigau, al considerar que la propuesta del Gobierno es «inadmisible», ya que «relega» al catalán a una «segunda o tercera fila».

«Para nosotros el modelo lingüístico es innegociable. La propuesta del Gobierno invade las competencias recogidas en el Estatut y la ley autonómica de educación», repitió una indignada Rigau en ruedas de prensa por turnos durante casi una hora en un periplo surrealista con más de un centenar de informadores por los pasillos de la segunda planta. ¿La causa? Ensenyament se opuso a que Rigau compareciera ante un panel del ministerio y el departamento de Wert le negó otro espacio que no fuera el pasillo.

LA «PROPORCIÓN RAZONABLE» / «No estamos invadiendo la competencia educativa de Catalunya ni poniendo una cuota que suponga disminuir el peso del catalán», replicó Wert al final de la reunión, tras afear a Rigau su portazo. «Es falso que vaya contra la inmersión lingüística», llegó a asegurar, amparándose en las sentencias del Supremo y del Constitucional para justificar la ambigua expresión incluida en el texto de que el idioma cooficial, el catalán, debe tener un trato diferenciado «en una proporción razonable». Ahí, en la limitación de su peso como lengua vehicular de la enseñanza, radica para Rigau el peor ataque.