Wert amenaza con inspecciones para imponer la LOMCE

El titular de Educación, José Ignacio Wert.

El titular de Educación, José Ignacio Wert.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA
IOLANDA MÀRMOL / MADRID

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Nada en el horario escolar que este curso seguirán Clara, Marcel y sus compañeros de quinto de primaria de un colegio del Segrià denota que son la primera promoción de la nueva ley orgánica para la mejora de la calidad educativa, la controvertida LOMCE del ministro José Ignacio Wert. Como sus hermanos mayores -que hicieron quinto con la anterior ley, la LOE-, Clara y Marcel harán este año Música (los viernes por la tarde), Plástica (los martes, también por la tarde) y Conocimiento del Medio (cuatro días a la semana, siempre después del recreo de media mañana), tres de las materias que hubieran resultado damnificadas de haberse aplicado la 'ley Wert' al pie de la letra.

Pero como ellos, los miles de estudiantes catalanes de primero, de tercero y de quinto que ayer volvieron a clase en aparente normalidad, han esquivado el primer impacto de la reforma educativa, después de que la Conselleria d'Ensenyament diera instrucciones a los centros para minimizar la entrada en vigor de la ley en el currículo de primaria. La 'consellera' Irene Rigau volvió ayer a recordar, en unas declaraciones a TV-3, que su departamento ha buscado estrategias para que la LOMCE altere lo mínimo posible el funcionamiento de los centros.

Y no solo ha pasado en Catalunya. Andalucía, Canarias, Euskadi y Asturias también evitarán en lo posible aplicar la ley. «Le daremos una vuelta y la esquivaremos», afirmó Rigau antes de remarcar que el resultado es una escuela que queda lejos de las intenciones de quienes querían que este año la educación de toda España funcionara de forma homogénea.

La advertencia

Wert aprovechó ayer una comparecencia pública ya programada para dirigir una advertencia explícita a la Generalitat y a las demás autonomías discrepantes (las no gobernadas por el PP): no tolerará de ninguna forma que se retrase la aplicación de su reforma educativa y enviará a la Alta Inspección Educativa -dependiente del Estado- para verificar si se cumple o no en las escuelas. El ministro Wert argumentó que hasta que los jueces del Tribunal Constitucional -a quienes la Generalitat ha presentado un recurso contra la LOMCE- no se pronuncien, la legislación sigue vigente, y por lo tanto las autonomías tienen la obligación de aplicarla de inmediato.

Menos mordiente que en anteriores ocasiones, Wert prefirió ayer basar sus argumentos en el pilar de la legalidad y evitó a toda costa que la polarización entre Moncloa y Generalitat por la cuestión catalana impregne las aulas. El ministro dijo no tener «la menor voluntad de activar polémicas» en cuanto a competencias y pidió rigor a las administraciones autonómicas para aplicar la reforma. «No podemos ni es razonable entrar en polémicas sobre las espaldas de los estudiantes», afirmó el ministro, que recordó a las autonomías a que pueden aplicar la ley «con más o menos entusiasmo», pero están en la obligación de hacerlo.

Docentes y padres

Muy distinta es la percepción que tienen padres y docentes de la pretendida resistencia de Rigau a la implantación de la 'ley Wert'. En su opinión, las instrucciones dadas por la 'consellera' a los colegios catalanes para este curso son «simples paños calientes», criticó ayer Marc Sangüesa, responsable del sector educativo público en CCOO en Catalunya. «No vemos ni en las instrucciones, ni en las decisiones que está tomando la 'consellera' una vía de resistencia a la ley», afirmó Sangüesa, que lamentó que una de las prioridades de Ensenyament en estos momentos sea la adaptación a la LOMCE del decreto de directores.

«La reforma educativa la está aplicando Rigau de forma encubierta. No se trata solo de sortear cuestiones que afectan al contenido de las asignaturas. Es una ley que modifica la estructura, los requisitos y las evaluaciones y sus efectos pueden ser graves», alertó Ana Elvira Sánchez, de USTEC. Además, denunció, «las indicaciones que ha dado Ensenyament no dan cobertura legal a los directores», denunció Sánchez, que avisó del riesgo de que los docentes se encuentran indefensos si el ministerio toma represalias.

Por eso, decenas de escuelas de Barcelona, Badalona, Terrassa, Girona (así como del Vallès Oriental, el Montsià y el Baix Ebre), iniciaron ayer las clases con alumnos y padres vestidos con las camisetas amarillas de 'SOS Educación'. «Para demostrar que esta vuelta al cole no se hace con normalidad», clamaba una madre. «Es porque el Govern no da dinero al colegio y no podemos hacer más actividades», alegó Darío, de 10 años, estudiante del colegio Fructuós Gelabert, en Barcelona, uno de los que se sumó al llamamiento de la Red de Escuelas Insumisas a la LOMCE.