Visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear a alargar la vida de la central de Garoña

ElConsejo de Seguridad Nuclear (CSN) no ve inconveniente en alargar la vida de la central nucleardeSanta María de Garoña (Burgos). Así consta en eldictamenque ha enviado este viernes alMinisterio de Industria, Energía y Turismo ante la eventual modificación de la orden ministerial del 2009 que fija el cese de la explotación de esta planta el 6 de julio del 2013.

El CSN concluye que no hay ningún impedimento para ello, bajo el punto de vista de laseguridad nuclear y de laprotección radiológica, una vez analizada la experiencia operativa de la instalación y sus resultados en elSistema Integrado de Supervisión de Centrales (SISC). El Consejo informa de esta decisión en su pagina web y aclara que el dictamen no excluye y es independiente del que deberá realizar el organismo regulador ante una nueva petición delicencia para la instalación. Añade asimismo que tampoco prefigura en ningún caso el sentido o el contenido del informe que deberá realizarse sobre la licencia de la central.

Las lecciones de Fukushima

El escrito enumera las condiciones adicionales relativas a la seguridad nuclear y a la protección radiológica que deben añadirse a la ya existentes en la autorización vigente, así como la documentación que el titular deberá presentar si decide solicitar una autorización de explotación por un nuevo periodo de seis años. Dicha solicitud debería remitirse antes del próximo 6 de septiembre e incluir, entre otros documentos, los programas de inversiones y modificaciones de diseño asociadas a las mejoras derivadas de las lecciones aprendidas del accidente de Fukushima (Japón), recogidas en el informe de laspruebas de resistencia e instrucciones técnicas complementarias del CSN.

Para eldirector de la campaña de Energía de Greenpeace España,Carlos Bravo, es "una vergüenza" que el CSN haya emitido este dictamen sin conocer los resultados definitivos de las pruebas recomendadas tras el accidente de Fukushima, que aún están bajo revisión. "O las pruebas de resistencia no son serias y rigurosas o al CSN le tienen sin cuidado", ha añadido Bravo.

El responsable ecologista considera "absurdo" mantener en funcionamiento una central con "graves" problemas de seguridad, con una inversión amortizada y cuya producción no parece necesaria en el sistema eléctrico español. Esta, ha asegurado Bravo, es una decisión política que el CSN avala poniendo en entredicho su independencia por ley, y la Unión Europea  "tiene que tomar cartas en el asunto".