ENMIENDAS DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS

El veto animal en el circo catalán solo afectará a la fauna salvaje

Ensayo de un espectáculo con caballos del Circo Italiano, en la plaza de toros Monumental, el 2010.

Ensayo de un espectáculo con caballos del Circo Italiano, en la plaza de toros Monumental, el 2010.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA

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La prohibición de animales en los números circenses de Catalunya solo afectará a las especies salvajes. Así se desprende de las enmiendas que los grupos parlamentarios han presentado a la modificación de la ley de protección de los animales. Ese veto restringido a la fauna salvaje es el posicionamiento que sostienen CiU, ERC y el PSC, garantizando la mayoría que avale que la proposición de ley prospere en estos términos.

Los matices llegan a la hora de perfilar el alcance de las excepciones. CiU se limita a definir la prohibición a la «fauna salvaje» y propone que un observatorio de expertos evalúe durante los dos años de moratoria que tendrá la ley desde su aprobación hasta su aplicación si las condiciones en las que viven las especies no prohibidas en el circo «respetan su bienestar». De lo contrario, se incluirían en el veto.

Sobre la pertinencia de crear esta entidad de control está de acuerdo  ERC, pero a diferencia de las demás formaciones, esta precisa qué géneros quedarían exentos de la restricción, a priori: perros, gatos y caballos. El republicano Oriol Amorós precisa que el observatorio debe decidir durante la moratoria de dos años si se puede garantizar que estas especies actúan en condiciones en que «se preserva» su confort. Y subraya que la moratoria se propone tras escuchar las teorías que sostienen que al ser animales domesticados desde hace siglos, se puede avalar sus buenas condiciones en el entorno del circo.

El PSC se decanta por excluir del veto a las «especies no domesticadas», sin precisar más. «El Govern dispondría de un año para aprobar un reglamento que regule la lista de especies admitidas, sus condiciones de alojamiento, alimentación y traslado», especifica el socialista Jordi Terrades.

REGLAMENTACIÓN / ICV también pide tiempo y reflexión para elaborar un informe que detalle el alcance del veto en función de en qué casos se respeta el bienestar animal. «¿Por qué perros y gatos sí y el conejo que sale de la chistera no? El consenso debe llegar del sector del circo, animalistas y el resto de expertos», detalla la ecosocialista Hortènsia Grau.

El PPC mantiene su voluntad de no limitar ningún tipo de presencia animal y pide que la regulación establezca sanciones para las compañías que la incumplan, explica el diputado Rafael Luna. Matías Alonso, de Ciutadans, lamenta que se equipare «una actividad artística con las peleas de gallos» y aboga por una norma que vele por el cumplimiento de las «apropiadas condiciones higienicosanitarias, de seguridad y de transporte» de estos animales.