La venta de libros de texto se reduce un tercio en siete años

Librerías y papelerías, centros comerciales e hipermercados ya han empezado a notar esta semana la vuelta al cole. Con el regreso a casa tras las vacaciones, muchas familias se han puesto estos días manos a la obra con los preparativos del curso escolar, que en Catalunya se inicia el 14 de septiembre. ¿Lo primero? Comprar la mochila -siempre que no se puede aprovechar la vieja- y encargar los libros de texto, que esta vez serán algo más caros que el año pasado, un 1,1%, por su adaptación a los nuevos temarios de la LOMCE. Para compensarlo, las familias van a tener que adquirir un número inferior de manuales que en cursos anteriores.

Así, mientras en el 2008 cada estudiante español adquiría una media de 7,13 libros de texto por curso, la previsión para este 2015 es que el promedio se mantenga en torno a los 4,94 ejemplares del año pasado, esto es, un tercio menos, según datos de la Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto y Material de Enseñanza (ANELE).

El descenso registrado en la cifra de libros de texto por estudiante no solo se explica por la crisis, apuntan los expertos. En estos últimos años, muchas escuelas han implantado nuevos sistemas de colectivización o socialización de libros, han proliferado las plataformas que permiten alquilarlos o comprarlos de segunda mano por internet y las tabletas y ordenadores se han incorporado como herramientas habituales en las aulas. «Además, aunque despacio, muchos centros están introduciendo metodologías pedagógicas innovadoras, que implican sustituir los libros de texto convencionales por materiales didácticos de todo género», señala la Conselleria d'Ensenyament.

«En la mayoría de los casos, son las asociaciones de padres de alumnos las que se encargan de organizar la adquisición de libros de texto, aunque cada centro tiene autonomía para decidir cómo lo hace», indica una portavoz del departamento que dirige Irene Rigau. De hecho, subrayan las mismas fuentes, «hay colegios donde conviven varios modelos de reutilización».

De media, el pasado curso 2014-2015, las familias españolas se gastaron 92,62 euros en libros de texto, lo que no implica, advierte la entidad, que este sea el precio de venta al público: mientras en algunas comunidades como Andalucía son gratuitos, en el 71% de los casos son los establecimientos de venta los que fijan el precio que paga el comprador. Para tratar de abaratar, en la medida de lo posible, esta cuesta de septiembre, las asociaciones de consumidores instan a las familias a planificar bien el gasto y les animan a hacer uso, como alternativa de ahorro, de las plataformas de trueque e intercambio que favorecen el intercambio de ropa, libros y material escolar.

LAS TRABAS DEL LIBRO DIGITAL

Los editores, por su parte, hace hincapié en el despliegue del libro de texto digital, que está topando, sin embargo, con algunos escollos. Entre otros, la ANELE señala la «falta» de recursos y modelos estandarizados para la formación del profesorado; la «pésima conectividad» de los centros de enseñanza; la «descarada y tolerada piratería», y la «competencia desleal» de las propias administraciones educativas.