El Vaticano alerta de "presiones inaceptables para condicionar" el voto de los cardenales

Bertone y Lombardi acusan la labor informativa de los medios de comunicación ante el futuro cónclave

El cardenal Tarcisio Bertone, en una foto del 13 de febrero en El Vaticano. REUTERS

El cardenal Tarcisio Bertone, en una foto del 13 de febrero en El Vaticano. REUTERS / SR/LIM

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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El cardenal Tarsicio Bertone, secretario de Estado, y el portavoz del Papa, P. Federico Lombardi, han acusado este sábado a los medios de comunicación "por las inaceptables presiones para condicionar" el voto de los cardenales en el próximo conclave.

Monseñor Bertone ha establecido una analogía entre las presiones directas que hasta el siglo XIX ejercían las potencias católicas sobre los cardenales electores y "las evaluaciones que no captan el aspecto típicamente espiritual del momento que vive la iglesia" para "intentar hacer entrar en juego el peso de la opinión pública". Por la mañana, el portavoz Lombardi había dicho en la radio vaticana que "no falta quien intenta aprovecharse del momento de sorpresa y desorientación de los espíritus débiles para sembrar confusión y desacreditar a la iglesia y a su gobierno, recurriendo a instrumentos antiguos, como la difamación, la desinformación, tal vez la misma calumnia". Según Lombardi, el objetivo sería ejercer "presiones inaceptables para condicionar el ejercicio del deber de voto de parte de uno u otro de los miembros del colegio de los cardenales, considerado no grato por una razón u otra".

Formas de presión

La reacción vaticana sale al paso, sin citarlo explícitamente, de la campaña en curso en los EEUU e Irlanda para que los cardenales Roger Michael Mahony y Sean Baptist Brady no acudan al cónclave. En Bélgica también se han producido protestas contra el exprimado, Goodfried Danneels. Los tres han sido inculpados por colectivos católicos de haber escondido los casos de pederastia en sus diócesis y de no haberlos denunciado a las autoridades civiles. Bertone ha replicado, en un comunicado oficial, que "en los siglos pasados los cardenales han debido afrontar formas de presión, ejercidas sobre electores individuales y sobre el mismo colegio (de cardenales) que tenían como finalidad condicionar la lección del Papa".

Las presiones y reacciones están destinadas a aumentar en los próximos días, ante la inminencia del cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI, que el pasado día 11 anunció su abdicación. Lo que no está claro es cuánto conseguirá frenar el Vaticano la ola de exigencias de transparencia que sube de una parte de los católicos y que los medios solo hacen que reseñar.