EDUCACIÓN

Vacaciones dilatadas

La comisión de la reforma horaria propone distruibuir en todo el año los días no lectivos

Rosa Romeu esperando a su hijo delante de la escuela Concepció.

Rosa Romeu esperando a su hijo delante de la escuela Concepció.

MARÍA G. SAN NARCISO / BARCELONA

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Los horarios de los niños vienen marcados por los de los adultos. Los colegios de educación infantil y primaria en Catalunya, tanto públicos como privados, deben tener una jornada que no comience antes de las 8.30 ni que termine después de las 18.00. Sin embargo, no es este horario lo que le preocupa a la iniciativa por la reforma horaria. Tampoco el número de horas lectivas, similar al de otros países europeos. La verdadera diferencia con ellos radica en las vacaciones. Según el informe de la reforma horaria, la concentración de clases en determinados periodos de tiempo dificulta la conciliación laboral.

«Se podría organizar de manera diferente, pero el clima es el clima y cualquier modificación para acortar las vacaciones de verano tienen que venir acompañadas de una solución»,afirma Carme Martínez, directora de la Escola Artur Martorell de Badalona. Esta docente explica que en sus aulas las temperaturas han llegado a los 29 grados. A día de hoy, las escuelas públicas siguen sin contar con aire acondicionado en las clases.

La directora apunta que el calendario vacacional está supeditado a las fiestas religiosas, un hecho que no ocurriría en un estado laico. En su opinión, cualquier cambio que se haga en el sentido vacacional debe negociarse con los docentes pero también, y sobre todo, con las familias. «Todo es planteable, pero no se puede hacer a la ligera. Todo se puede organizar de manera diferente pero esto implica inversiones y propuestas para que la eduación siga teniendo el nivel de calidad que aún tenemos, aunque ya haya bajado con la crisis», afirma.

CONCILIACIÓN LABORAL

Lo mismo opina Rosa Romeu, una madre que todas las mañanas acompaña a su hijo de sexto de primaria a la escuela Concepció para ir a recogerlo a las cuatro y media. «Creo que las vacaciones de verano son un poco largas, casi tres meses», comenta. «En el mes de julio tienen actividades, pero no en agosto». Por eso considera que los cambios tendrían que venir acompañados de soluciones para que los padres puedan conciliar las vacaciones de los niños con su jornada laboral. La comisión de la reforma horaria propone que la Administración ofrezca servicios a precios asequibles.

También piensa que deberían preguntar a las familias el monitor de actividades extraescolares Josep Antoni Hernández, aunque no coincide con Romeu en el tema de las vacaciones. «Yo hasta aumentaría para que los padres dediquen más tiempo de su vida a los hijos», expone. Para Romeu otro de los problemas es el salto al instituto. «Los niños acaban a las dos y media y qué hacemos después de esa hora con ellos», se pregunta. Una jornada continua que también se propone cambiar .

La comisión constató que las familias tienen problemas para asistir a las tutorías. Por ello, considera que el Parlament debería promover que todos los convenios reconozcan estas horas a los padres. «Tendría que estar reconocido como la maternidad o la paternidad», dice Martínez. «Es su derecho conocer de primera mano la eduación de sus hijos».