INFORME ANUAL SOBRE LA I+D EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

La universidad reclama volver a la inversión en ciencia del 2010

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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Aunque la actividad científica de las universidades catalanas sigue siendo una de las más intensas de España -con una media de 1,23 publicaciones por investigador frente al 0,66 de media estatal-, cada día se hace más imprescindible (y urgente) recuperar los niveles de inversión del 2010 «para que no mengüe ni en cantidad ni en calidad». «Hay que volver, al menos, a la coyuntura de hace cinco años, porque si se perpetúa esta situación de recortes, será difícil resistir», alertó el presidente de la Associació Catalana d'Universitats Públiques (ACUP), Roberto Fernández, que ayer presentó su informe anual sobre investigación e innovación en la educación superior.

El documento confirma, entre otras cosas, la pérdida progresiva de recursos y la precarización laboral que ha sufrido en poco tiempo la ciencia universitaria. En el año 2012, las universidades públicas catalanas vieron cómo los fondos para investigación caían un 19%, al pasar de los 277 millones de euros ingresados en el 2011 a solo 224 millones. «En realidad, en los últimos cuatro año, las universidades catalanas han sufrido una rebaja del 40% de unos fondos que gestiona el Estado, que se resiste a transferirlos a la Generalitat», puntualizó el secretario de Universitats, Antoni Castellà, que participó en la presentación.

También el personal investigador está notando los recortes, recoge el informe. Así, si bien la cifra de profesores que desarrollan algún proyecto innovador aumentó entre el 2010 y el 2012 en unas 3.000 personas, el incremento se ha hecho a base de contratos más precarios y más baratos. Las universidades catalanas han perdido, por ejemplo, casi un centenar de investigadores sénior, mientras triplicaban el número de ayudantes para la investigación.

¿QUÉ PASA CON LAS EMPRESAS?

Pese a ello, tanto Fernández, que es rector de la Universitat de Lleida (UdL), como Enric Fossas, de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), aseguraron ayer que «la disminución de fondos no ha tenido aún un efecto visible». «Eso sí -admitió el rector de la UPC-, queda terreno por recorrer en el ámbito de la colaboración con las empresas, en la transferencia de tecnología». «Parece que aquí no acabamos de hacer las cosas suficientemente bien», remachó el de la UdL.

Castellà aprovechó para explicar, en este punto, un nuevo programa de la Generalitat, encaminado a promover la creación de empresas de base científica. «Habrá ayudas de 25.000 euros para que los emprendedores valoricen sus ideas. También se financiarán con 100.000 euros proyectos para la creación de prototipos y se facilitarán préstamos de hasta medio millón de euros para la puesta en marcha de start-ups», concretó.