Universidad de peaje

El incremento de los precios públicos universitarios, que previsiblemente empezarán ya a aplicarse el próximo curso, será un duro peaje para muchos estudiantes. Hasta los rectores de las principales universidades catalanas y el ógano que los agrupa en España, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), han mostrado esta semana su oposición a la medida, que consideran injusta y desproporcionada. Los alumnos han anunciado movilizaciones de rechazo para el jueves.

Las voces de algunos de ellos se han escuchado esta semana en eldebate Entre todos, que organiza EL PERIÓDICO a través de la web www.entretodos.elperiodico.com.

Alza desproporcionada

En un momento de crisis económica como el actual muchos piensan que no es oportuno aumentar la aportación de los estudiantes al coste de sus estudios. La intención del Gobierno es que pase del actual 15% de media al 25%. Eso supone, en definitiva, un alza del precio de los créditos del 66% respecto de lo que pagaron quienes se matricularon el pasado septiembre. "La crisis multiplica el efecto disuasorio sobre las capas sociales más desfavorecidas, que no pueden o no se atreven a endeudarse para cubrir los costes de los estudios, a los que hay que añadir otros gastos como desplazamiento o manutención", advierte Eusebi Jarauta, responsable del ámbito de Universidades de ICV.

En todo caso, argumentan algunos estudiantes, si hay que hacer el esfuerzo extra, no estaría de más saber exactamente qué se va a pagar. "Podrían desglosar la factura, decir cuál es el coste real y cuál la parte subvencionada", sugiere Raquel Jorba, que también ha participado en el foro.

Principio de equidad

Donde más opositores ha encontrado el decreto Wert es en la cuestión de las becas, posiblemente porque el documento no hace siquiera mención a ellas. (Lo que sí ha hecho Wert es anunciar que exigirá una nota más alta (5,5 o 6) que ahora (5) para optar a becas). Tanto la Generalitat como los rectores han dado esta semana un toque de alerta al Gobierno para que enmiende esta laguna en la fase de tramitación parlamentaria del decreto. La junta de gobierno de la UAB está incluso estudiando su posible inconstitucionalidad, analizando si la medida atenta contra el principio de equidad y limita el acceso de algunas personas a un servicio público.

"El aumento es una medida elitista, que nos hace volver a los años de la universidad franquista, que, creo, no es un modelo de eficiencia y de buenos resultados", lamenta Artur Noguerol, profesor emérito de la UAB y miembro de la Associació de Mestres de Rosa Sensat. "Lo más grave -agrega- es que la medida no se ha hecho a partir de un estudio serio de todos los elementos que entran en juego, y por tanto resulta selectiva y mal articulada".

Aprobar a la primera

Que el Gobierno parece apostar por una universidad solo para unos privilegiados lo corrobora, en opinión de los participantes en el Entre todos, el hecho de que las tasas de matrícula se encarezcan a medida que se repiten asignaturas. "Se quieren implantar unos criterios para las (pocas) becas de carácter académico más que económico, por lo que difícilmente las obtendrán quienes tengan que compaginar el estudio y el trabajo", objeta Jarauta.

"Aparte de ser una evidente maniobra para transformar la universidad en un elemento clasista, no se han dignado intentar arreglar los problemas que hay en enseñanzas superiores", como la formación profesional, denuncia Helena Canela, trabajadora y estudiante.

Financiación universitaria

La raíz del problema es el actual modelo de financiación universitaria, como ha señalado esta semana el rector de la Universitat de Barcelona (UB), Dídac Ramírez, felicitado, por cierto, por algún participante. Otros apuntan más alto y cuestionan el modelo económico español en su conjunto. "Si nuestra economía se basa en el turismo, la agricultura, la construcción y cuatro sucursales de multinacionales a las que aportamos mano de obra. ¿Para que necesitamos licenciados?", concluye, provocador, Jordi Ruiz Peñas, un habitual de Entre todos.