Informe sobre LOS PRECIOS PÚBLICOS

La universidad catalana es de las más caras de España

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MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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Estudiar medicina, enfermería o fisioterapia puede ser un 94% más caro en Catalunya, donde la matrícula este año ha sido de 1.423 euros, que en Andalucía, donde ha costado 732. Si de los estudios son de historia o de filosofía se trata, entonces el precio que paga el estudiante catalán al matricularse es un 76% más alto (910 euros) que el que abona un canario (518 euros). Catalunya es hoy la comunidad autónoma española donde los grados universitarios son más caros, según recoge un estudio del Observatori del Sistema Universitari (OSU) presentado ayer en Barcelona, en plena polémica por el inminente aumento de las tasas universitarias previsto por el Gobierno.

En concreto, señala el informe, en Catalunya las ingenierías, las ciencias de la salud y las humanidades son, con diferencia, las más costosas de España, mientras que las titulaciones de ciencias experimentales y las de ciencias sociales son las segundas más caras del Estado.

Y con un problema añadido: el número de alumnos catalanes que reciben beca es -también con diferencia respecto a algunas comunidades- bastante más bajo. «Ahora mismo, este es uno de los asuntos más preocupantes», reconocía ayer Jordi Codony, presidente del Consell de l'Estudiantat de les Universitats Catalanes (Ceucat). «Si, tal y como está previsto, las becas se congelan y se endurecen los criterios para acceder a una de ellas, mucha gente se va a quedar fuera de la universidad el curso próximo», teme Codony.

LOS ÚLTIMOS EN BECAS / De hecho, el sistema universitario español es en su conjunto el sexto más caro de Europa «y uno de los que otorga menos becas y ayudas públicas al estudio», denunció ayer la profesora de Matemática Aplicada de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Vera Sacristán, coordinadora del estudio. «Hay países con una universidad mucho más cara, como el Reino Unido o Irlanda, pero allí los estudiantes tienen la posibilidad de optar a diversos sistemas de financiación», explicó.

Con la entrada en vigor del decreto de ajuste presupuestario del ministro de Educación, José Ignacio Wert, la diferencia podría incluso hacerse más acusada, temen los autores del estudio. «Un aumento del 66% en los precios de matrícula alejaría los precios universitarios de España de los de los países de su entorno. Podría situarse como el tercer país europeo con la universidad pública más cara», indicaron. «Eso confirma, una vez más, que el decreto es precipitado y débil técnicamente», terció el rector de la Universitat de Barcelona (UB), Dídac Ramírez, anfitrión y presentador del estudio.

CONTRIBUCIÓN DEL ALUMNO / El aspecto más controvertido del informe es el que cuestiona la afirmación -defendida por el Gobierno español y la Generalitat- de que la matrícula universitaria sufraga un 15% del coste global de los estudios. Según los cálculos del OSU, -basados, eso sí, en estimaciones-, la contribución de los estudiantes es bastante más elevada, del 19,88% para ser exactos.

Este porcentaje presenta, no obstante, un problema de partida. Solo dos universidades en toda España (la Autònoma de Barcelona y la Jaume I de Castellón) han calculado cuál es el coste de las titulaciones que imparten. «Como no existe todavía una contabilidad analítica, es decir un criterio homogéneo que permita determinar este coste de forma objetiva, resulta muy difícil saber la aportación de los alumnos», admitió Sacristán. Con todo, dijo, «en Castellón se calcula que la contribución es del 19,9% y en la UAB, del 22,7%».

«Todo el debate gira en torno a cuál es la parte de investigación que debe repercutir sobre el alumno», observó el presidente del Ceucat. Así, los autores del informe consideran que, en términos generales, un profesor dedica «el 60% de su tiempo a docencia y el 40% restante a investigación». La conclusión a la que llega el OSU es que los estudiantes solo tendrían que pagar la parte correspondiente al 60% de docencia y quedar eximidos de la investigación.

la secretaría general de Universitats de la Generalitat, que insiste en que la matrícula universitaria en Catalunya solo costea el 15% de los estudios, rehusó ayer valorar los datos recogidos en el informe del observatorio.

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