INVESTIGACIÓN DE UN APUÑALAMIENTO MORTAL

Una trama de sexo y drogas salpica al párroco de Riells

El autor de un crimen en Blanes declara que mantenía una relación con el sacerdote

El edificio de Blanes en el que se produjo el crimen.

El edificio de Blanes en el que se produjo el crimen.

FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

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El apuñalamiento mortal de un joven brasileño de 22 años en el piso que el rector de Riells i Viabrea (Selva)  tiene en Blanes ha acabado salpicando al propio párroco, que ha sido involucrado por el autor material del crimen en una presunta trama de sexo y drogas. Los hechos ocurrieron el pasado jueves, cuando Eulogio Sol Lumalang, un filipino de 44 años, acuchilló mortalmente a Odycleidson Moraes do Nascimiento, un joven brasileño de 22 años, en el domicilio del sacerdote Jaume Reixach, poco después de que el cura saliera a la calle a pedir ayuda tras ver entrar en su vivienda al agresor armado con un cuchillo.

Eulogio Sol Lumalang confesó anoche ante el juez que él había sido el autor del crimen y afirmó que había llevado a cabo la agresión porque estaba cansado de que la víctima se riera de él y lo tratara mal y que, además, tenía miedo de que por culpa del joven brasileño pudiera quedarse sin la herencia que le había prometido el sacerdote.

El asesino confeso, que había llegado a España de la mano del rector hace 18 años, declaró que durante todo este tiempo había mantenido una relación sexual con el mosén a cambio de dinero, y que en los últimos cuatro años Reixach también le había suministrado una droga llamada shabu (metanfetamina), que es muy consumida en Filipinas y que causa graves daños secundarios.

El acusado aseguró que Reixach le había propuesto en una ocasión acostarse con él y con la víctima y dijo que está convencido de que el fallecido, que vivía en el mismo domicilio del rector, mantenía una relación sentimental con este. Tras la declaración, el juez ordenó el ingreso en prisión de Lumalang, a pesar de que su abogado, Horacio Airaudo, solicitó que fuera ingresado en un módulo psiquiátrico para que se examinara su estado de salud

mental.

Mosén Reixach negó ayer la versión del acusado y lo acusó de «homófobo» y de haber maltratado a su esposa. «Esta persona no está bien de la cabeza y ahora está intentando apuñalarme de otra manera. Suponiendo que hubiera alguna cosa cierta en todo esto sería de hace tiempo, y en ningún caso justifica el hecho de que haya matado a otra persona», afirmó.