Cambios en la forma de pagar los viajes

Una tarjeta con chip eliminará el galimatías de títulos de transporte

Varios usuarios validan sus billetes en las máquinas de la estación de metro de Plaça Universitat, en Barcelona, ayer.

Varios usuarios validan sus billetes en las máquinas de la estación de metro de Plaça Universitat, en Barcelona, ayer.

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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Funcionan ya en muchas ciudades europeas y también asiáticas. Facilitan el acceso al transporte público y son cómodas. Están llamadas a revolucionar el modo de desplazarse por Catalunya. Son tarjetas inteligentes que, a través de un chip, validan el acceso al metro, el autobús o el tren. La Generalitat anunció ayer que en el 2014 este sistema de pago sin contacto, que permite abonar el viaje sin necesidad ni tan solo de sacar la tarjeta del monedero, empezará a implantarse en el área metropolitana de Barcelona y se irá extendiendo por el resto de demarcaciones.

O sea, que llegará el día en que un mismo ciudadano, con la misma

T-Mobilitat (nombre provisional pendiente de cambiar), podrá coger el metro de Barcelona; subirse a un autobús de una línea regular de autobús del Empordà o desplazarse en tren hasta el Ebro. Un lector situado a la entrada de estos medios de transporte captará los datos del chip de la tarjeta y, sin necesidad de pasarla por una banda magnética como ocurre hoy en día en la práctica mayoría de estos servicios, el sistema sabrá el recorrido realizado.

MÁS VIAJES, MÁS DESCUENTOS / De este modo, los usuarios de sistemas integrados --que combinan con un solo billete o abono distintos transportes-- podrán olvidarse del galimatías de las zonas y de acumular diferentes tarjetas de cartón (que se estropean, se rompen, se pierden) en función de los desplazamientos que se hagan a lo largo del día. El usuario solo deberá decidir si prefiere desembolsar el importe antes, como siempre ocurre ahora, o bien a final de mes, domiciliándolo en el banco. Ya sea prepago o pospago, recalcó ayer el director general de Transports i Mobilitat, Ricard Font, todos los ciudadanos podrán beneficiarse de descuentos en el transporte público: cuanto más los usen, más rebaja obtendrán, con lo que de esta forma se incentivará su uso. Otro de los aspectos que Font subrayó fue que, para aquellos que opten por el recibo mensual, en la factura se les especificará el número de trayectos que han hecho y, como información, se añadirá qué descuento superior habrían conseguido si, por ejemplo, hubieran realizado algún viaje más. Todo con el objetivo de fomentar la movilidad sostenible e ir dejando de lado el transporte privado en la medida de lo posible.

CONVIVENCIA DE SISTEMAS / La tarjeta será personalizada y, adelantó el responsable de Transports, lo más probable es que llegue un día en el que ni tan solo se trate de una pieza de plástico al uso. El chip podría implantarse en el reloj, el teléfono móvil o donde sea. Aunque para eso todavía tendrá que pasar un tiempo. Mientras los viajeros se acostumbran a lo que fue calificado de «revolución» durante la presentación, el conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluís Recoder, aseguró que el actual sistema usa una tecnología «obsoleta» y era necesario renovarla.

Así, los 84 títulos de transporte distintos que hoy por hoy se pueden adquirir en el área metropolitana de Barcelona pasarán a mejor vida. No obstante, tranquilizaron los responsables del departamento, durante un tiempo convivirán los dos sistemas de pago, tanto el actual como el de la tarjeta sin contacto.

Al conocer gracias a este dispositivo informático los movimientos de los clientes, prosiguió Ricard Font, se podrán tomar decisiones a la hora de reforzar determinadas horas o recorridos de los transportes. Y, más a la larga, se podría integrar en el mismo chip el pago de otros sistemas de movilidad, como las bicicletas o los aparcamientos.