LA INFLUENCIA DE INTERNET EN UNA CIENCIA

Una legión de fans gestada en la red democratiza la meteorología

La observación de un relámpago es uno de los fenómenos meteorológicos que más curiosidad despiertan entre los aficionados.

La observación de un relámpago es uno de los fenómenos meteorológicos que más curiosidad despiertan entre los aficionados.

JOSÉ ANTONIO AMORES
BARCELONA

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La utilización de internet en el campo de la meteorología ha disparado de forma exponencial el número de aficionados a esta ciencia y, a la vez, la ha democratizado. Y es que losmeteolocos(como se les suele conocer) no solo montan estaciones en balcones y jardines, sino que comparten sus datos en infinidad de foros y páginas web creadas por aficionados como ellos. A través de la red también pueden adquirir instrumental de calidad y ver, casi en tiempo real, de una granizada a un tornado.

Sorprendente resulta que, tratándose de una ciencia, desde el ámbito profesional no se vea esta galaxiaamateurcomo amenaza o competencia, sino como una gran fuente de información. Muchos de ellos han acabado convirtiéndose en observadores voluntarios que facilitan información a la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) o al Servi Meteorològic de Catalunya (Meteocat). «Los observadores aficionados llegan adonde nosotros no podemos hacerlo y nos permiten cubrir una parte del territorio que sin ellos no podríamos controlar», comenta Ángel Rivera, de la AEMET. También para los presentadores televisivos, como Alfred Rodríguez Picó, colaborador de EL PERIÓDICO, esta ayuda es siempre bienvenida: «Antes había un tornado en el Garraf y nos llegaba una foto a los cuatro días. Ahora la recibimos víamaila los cinco minutos de que se haya producido». Aunque, eso sí, advierte de que no cualquier foto sirve.

Antes de la irrupción de internet el aficionado a la meteorología era una especie de lobo solitario, que miraba el tiempo, siempre pendiente de si podía llover o no, pero que no tenía con quién compartir su inquietud. «Era muy difícil coordinarse y compartir datos con los demás», explica Carles Nerín, miembro del llamado Comando Tibidabo, un foro que nació de un grupo de aficionados que solían subir a esta montaña cuando nevaba o preveían que iba a hacerlo. Este selecto grupo (solo se puede acceder a él por invitación) ha emitido en cinco años más de 80.000 mensajes en su foro. Cifra nada desdeñable para 29 personas.

EN UN LODAZAL / Otros foros, comoPatimlameteo.com,tienen más de mil usuarios registrados con 218.000 mensajes publicados. De vivir en silencio su afición han pasado a compartir la información que tienen. «Antes disponías de un pequeño libro. Ahora puedes profundizar en tu conocimiento día a día», añade Nerín. La gran mayoría reconocen que esto es una afición vocacional y que solo el que está dentro del mundillo puede llegar a entender que alguien haga kilómetros y kilómetros en busca de una tormenta para fotografiar un rayo, aunque eso conlleve meter el coche en un lodazal. «Tuvo que venir la grúa a sacarme del barro», recuerda Jordi Camós, también del Comando Tibidabo.

El fenómeno de la observación meteorológica no es solo cosa de unos cuantos, sino que de alguna manera todos lo llevamos dentro. Sea para ir a la playa o simplemente para saber qué tiempo hace en nuestra ciudad, vivimos cada día pendientes del cielo. Así lo atestigua la web de la Aemet, con una media de tres millones de visitas diarias y que, en situaciones extraordinarias, ha llegado a alcanzar picos de ocho millones y medio de consultas en un solo día. Eso la convierte, con diferencia, en la web más visitada de toda la Administración. Algo parecido sucede con la página del Meteocat. Con una media de 350.000 visitas diarias, durante la nevada que el 8 de marzo del año pasado colapsó buena parte de Catalunya llegó a recibir más de tres millones de consultas.

A pesar de esteboom, lo cierto es que el interés por el tiempo en España viene de lejos. Como asegura el profesor de Televisión de la Facultad de Comunicación Blanquerna Miquel Peralta, «desde siempre, el tiempo ha sido uno de los espacios más vistos en todas las cadenas, y de los primeros en tener patrocinio».

'FET DIFERENCIAL' / Lluís Pujol, secretario de la Associació Catalana d'Observadors Meteorològics, sostiene que Catalunya lidera la pasión por la meteorología dentro de España. «En la Aemet están sorprendidos de la cantidad de socios que tienen los foros catalanes», dice. Y atribuye al clima muy diverso de la comunidad el interés catalán por la meteorología. «De un pueblo a otro ya se nota diferencia de temperatura». Y es que se pueden encontrar climas tan diversos como los de Barcelona (mediterráneo), Sort (de montaña) e Ivars d'Urgell (árido). Picó añade la orografía y se atreve a poner punto de partida a esta afición: «Ya en el siglo XIX se montaron observatorios en algunos picos montañosos». Y recuerda que la creación del Servei Meteorològic de Catalunya por Eduard Fontseré «fue algo revolucionario para la década de 1920».