EN PANTICOSA

Una familia catalana sale ilesa tras despeñarse su coche 30 metros

El todoterreno del matrimonio y dos hijos pequeños quedó colgando de un árbol sobre un barranco

El todoterreno de la familia catalana, colgado del árbol en el barranco.

El todoterreno de la familia catalana, colgado del árbol en el barranco. / periodico

F. MANTECÓN / Zaragoza

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Unafamilia catalana salvó la vida milagrosamente el pasado viernes en Panticosa, cuando su coche se salió de la carretera, por causas que se desconocen, y se precipitó por un barranco de 50 metros, sobre el río Caldarés. La fortuna quiso que en su caída topara con un árbol especialmente resistente, a unos 20 metros del fondo, en el que quedó enganchado el eje delantero del todoterreno, un Audi Q7.

En él viajaban un matrimonio residente en Barcelona, de 36 y 35 años, y sus dos hijos de tres y seis años, que resultaron ilesos en la caída. Sin embargo, su situación era desesperada, ya que el vehículo estaba en un precario equilibrio sobre el árbol, y de hecho ya había roto otro antes de quedar enganchado en el que les salvó la vida.

Al lugar, el kilómetro 9,600 de la A-2606, acudieron efectivos de la Guardia Civil de los puestos de Sallent de Gállego y Biescas, sobre las 17.30 horas, que en principio debían esperar a que llegaran los efectivos del GREIM de Panticosa. Sin embargo, la fuerte nevada que cayó en esta y otras zonas de la provincia anteayer --el Monrepós, de hecho, permaneció bloqueado alrededor de una hora, de cuatro a cinco de la tarde-- dificultó la llegada de los especialistas de montaña, por lo que los agentes decidieron improvisar el rescate con los medios que tenían a su alcance.

Así, los guardia civiles bajaron un tramo del barranco, casi impracticable por la nieve, hasta que ya no les fue posible avanzar más. Provistos de una eslinga de lona --de las que se usan para arrastrar vehículos--, la ataron a un árbol resistente y, mientras dos de los agentes la sujetaban, un tercero descendió hasta el vehículo, terminó de romper la luna delantera, ya rajada por el impacto, y ayudó a la familia a salir a través del hueco del cristal.

Taxi hasta el alojamiento

Una vez a salvo, esperaron a que llegaran los agentes del GREIM y Protección Civil de Sabiñánigo, cuyos efectivos trasladaron a la familia a la localidad, para que pudieran coger un taxi y trasladarse a su alojamiento, sobre las 20.30 horas.

Al GREIM, en cualquier caso, no le faltó trabajo. El padre, aún con el susto en el cuerpo, pidió recuperar las llaves de su casa, que se habían quedado en el vehículo. Los especialistas de Panticosa tuvieron que asegurar el coche, por medio de cuerdas, y pudieron entonces acceder al todoterreno, del que recuperaron las llaves y la documentación.

La retirada del vehículo, sin embargo, aún tardará un tiempo en producirse. Requerirá de una pluma de gran tonelaje, y para utilizarla habrá que esperar a que la carretera esté en mejores condiciones y a una fecha en la que el largo corte de tráfico no afecte demasiado. Por el momento, el vehículo sigue como recordatorio de la tragedia que pudo haber sido.