Una campaña busca fondos para luchar contra el cáncer infantil

Una familia de Sant Cugat del Vallès ha impulsado una campaña de micromecenazgo para lograr 33.000 euros que sirvan para investigar un cáncer infantil hoy en día incurable llamado Glioma Difuso de Tronco (conocido como DIPG por sus siglas en inglés). El proyecto, denominado "Todo borrado y bien controlado", arrancó hace una semana y está funcionando con un notable éxito gracias a las redes sociales.

El nombre de la iniciativa se refiere a la frase que pronunciaba Laia, la hija de esta familia, justo antes de entrar en las sesiones de quimioterapia o al tomarse la medicación. La niña, de 11 años, murió el pasado 22 de febrero después de luchar durante 26 meses contra esta enfermedad. "No buscamos compasión. Solo queremos que la gente tome conciencia de la importancia de seguir investigando y por eso necesitamos su solidaridad", comenta el padre, Damià Calvet.

SOLO UNA CAMPAÑA MÁS

A pesar de que la acogida de la campaña ha sido buena, los Calvet Anguela (Damià pero también la madre, Montse, y la hermana mayor, Maria) no bajan la guardia. "Somos conscientes de que la nuestra es solo una campaña de solidaridad más de las muchas que hay y todas son importantes. No obstante, lo que está ocurriendo con este proyecto nos ha sorprendido", admite Calvet.

Hasta las 22 horas del martes ya se habían logrado más de 30.600 euros gracias a la participación de más de 500 colaboradores que, a partir de un euro, podían colaborar en la investigación que lleva a cabo el Hospital de Sant Joan de Déu, uno de los tres hospitales donde trataron a Laia y al que estuvo más tiempo vinculada.

UNA NIÑA VALIENTE Y ADMIRADA

Damià Calvet escribió el relato Retorn pocas semanas antes de que la niña falleciera. En él, como revela el título, se describe el proceso de recuperación de los sentidos, dañados por culpa de la enfermedad. Sus amigos decidieron editar la narración y a todas aquellas personas que aporten más de 50 euros al proyecto "Todo borrado y bien controlado", se les enviará por correo postal un ejemplar.

"Tal vez porque hemos luchado con mucha determinación y hemos estado muy acompañados por la familia y los amigos ha hecho que mucha gente conociera nuestro caso", continúa el padre, que a continuación describe a la pequeña como "muy valiente". "Siempre decía que se encontraba bien, hasta el último momento, y eso la hacía admirable a ojos de mucha gente", opina Calvet.

#IMPLICATCHALLENGE

Además de la cadena de solidaridad generada a través de Facebook, Twitter o Instagram entre todos aquellos que conocen a los padres o la hermana de Laia o que habían oído hablar del caso, la familia ha sido muy activa y desde hace unos días invita, con el hastag #Implicatchallenge a implicarse (haciendo una aportación para la investigación médica a través de la web del hospital), hacerse una foto con el gesto con dos dedos que hacía la niña y, a continuación, nominar a tres personas más para que repitan la acción.

La escuela Thau de Sant Cugat en la que Laia estudiaba también tiene previsto realizar actividades para recaudar más fondos y en Masllorenç (Baix Penedès), de donde es originaria la madre de la niña, se ha organizado una caminata popular con el mismo fin.

TODO PARA EL HOSPITAL

El micromecenazgo para lograr los aparatos que sirvan para investigar este cáncer que se localiza en la zona más profunda del cerebro no acabará hasta dentro de dos meses. De hecho, la acogida de los primeros siete días era imprevisible. "Si superamos el objetivo de los 33.000 euros mejor: en el laboratorio de la Fundació Sant Joan de Déu siempre hay trabajo que hacer", comenta Damià Calvet enormemente agradecido con quienes han podido y querido colaborar.