El turismo juvenil y deportivo da impulso a Lloret

La Semana Santa marca el inicio de la temporada en la mayoría de establecimientos hoteleros de la Costa Brava. En la zona costera, el 75% de los hoteles están abiertos, lo que representa más de 61.000 plazas disponibles, según las estimaciones de la Federació d'Hostaleria de Girona. Uno de los lugares en los que más se nota ese despertar de primavera es Lloret de Mar (Selva), que durante estos días cuenta con el aliciente añadido de un segmento de mercado que se ha esforzado en cultivar: el turismo deportivo.

Cualquiera que pasee por sus calles se topará con una multitud de jóvenes ataviados con camisetas de las más variadas disciplinas. Competiciones de fútbol, básquet, balonmano, kárate y hasta petanca para los más veteranos, congregarán en la localidad más de 8.000 visitantes junto a otros tantos acompañantes, lo que garantiza una buena ocupación. La concejala de Deportes, Ester Olivé, destaca el valor añadido que tiene para Lloret la nueva piscina cubierta de medidas olímpicas que se ha estrenado este año. «La incorporación de este equipamiento a la zona deportiva nos ha permitido iniciar antes la temporada de turismo deportivo. En febrero ya hemos contado con la estancia de triatletas que han venido a hacer sus concentraciones», explica.

El resto de las poblaciones de la Costa Brava no disponen de tantos medios y por eso algunos establecimientos cierran sus puertas tras la Semana Santa a la espera de la llegada de los primeros días de calor.

LOS DÍAS 'SANTOS' / La Federació d'Hostaleria de Girona prevé que la mayor ocupación durante estos días se concentrará durante los cuatro días festivos que van del 18 al 21 de abril, y que en la Costa Brava centro se puede llegar a superar el 80% de las plazas disponibles. Una cifra que no se alcanzará en el Alt Empordà, donde las previsiones se sitúan en el 65%. El resto de días de la semana que no son santos, se espera que en la zona de más afluencia la ocupación oscile entre el 55% y el 60%, cifras en general muy similares a las del año pasado.

El perfil del turista mayoritario será de carácter familiar y de procedencia interior, especialmente de la provincia de Barcelona. El resto de visitantes, sobre un 25%, se espera que sean extranjeros, con predominio de franceses, seguidos de los belgas. La devaluación del rublo ha comportado que las reservas del turismo ruso hayan disminuido este año el 10%.