La trama del Palau hizo desaparecer documentos tras el registro judicial

Con nocturnidad y alevosía. Pocas horas después de que el 23 de julio los Mossos d’Esquadra registraran por orden del juez el Palau de la Música, al menos un ordenanza de la entidad cultural sustrajo del emblemático edificio modernista varias bolsas con documentos. Las cámaras de seguridad instaladas en el exterior del inmueble grabaron la operación.

Cuando los nuevos gestores de la entidad tuvieron conocimiento de la grabación, preguntaron al empleado adónde había llevado los papeles. El ordenanza respondió que a un piso de Jordi Montull, hombre de confianza de Fèlix Millet y exdirector administrativo de la fundación. Estos dos son los principales acusados del fraude millonario del Palau de Música.

DEMASIADO TARDE / Tras la alerta de los actuales responsables de la entidad musical, la fiscalía solicitó al juez que investiga el inmenso agujero en las cuentas de la institución que emitiera una orden de registro del piso de Barcelona adonde el ordenanza del Palau declaró que había llevado los documentos. Pero no fue hasta el pasado viernes, 18 de septiembre, casi dos meses después de la sustracción, que la policía registró el citado apartamento de Montull. Demasiado tarde: allí no estaban los papeles que buscaban los investigadores.

MÁS DINERO QUE VUELA No es esta la única sorpresa con que se han encontrado los investigadores y los nuevos directivos de la entidad tras el registro judicial del Palau. Cuando los Mossos entraron en el coliseo modernista, en julio, constataron la existencia de 200.000 euros en metálico en una caja fuerte de la entidad. Ese dinero no fue intervenido, ya que no era esa la misión de la intervención, que solo buscaba pruebas documentales del desfalco. Pero cuando los actuales administradores tomaron posesión, no hallaron por ninguna parte esa cantidad.

Nadie sabe quién ni cómo se llevó los 200.000 euros de la caja, pero fuentes de la investigación se extrañan de que aún figuren en la nómina de empleados del Palau familiares y personas muy próximas a los dos principales acusados. El propio Millet no dejó su cargo al frente de la entidad hasta pasados cuatro días después del registro judicial.

EL FISCAL APREMIA AL JUEZ / Mientras se van desvelando nuevos datos y detalles sobre el saqueo perpetrado por Millet y Montull (acusados por el fiscal, que también se ha querellado contra la hija del segundo, Gemma Montull, exdirectora financiera de la entidad, y dos personas más), la Fiscalía de Barcelona ha solicitado ya por tercera vez al juez que cite a declarar como imputados a Millet, a Montull y a la hija de este, y que, en su caso, el magistrado decida medidas cautelares, como la prisión con o sin fianza o comparecencias en el juzgado. Hasta ahora, el juez, Juli Solaz, ha optado por no citar a Millet hasta que concluya el informe pericial de Hacienda.

La última petición de la fiscalía, hecha el martes, calcula que el presunto fraude llega, como mínimo, a 10 millones de euros. De ahí que la acusación pública reclama que se embargue a Millet y Montull (que ya depositaron 1,8 millones en el juzgado) propiedades que cubran esta cantidad más un tercio, es decir, 13,3 millones.

El juez custodia además otros 1,8 millones hallados en una caja de seguridad que Millet tenía a su nombre en Caixa Catalunya. La actual fase de la investigación se centra en el desvío de fondos en metálico de la Fundació Orfeó-Palau, que únicamente en el 2003 ascendió a 2,3 millones de euros. Los investigadores han hallado movimientos en una decena de las 100 cuentas bancarias rastreadas.

INVESTIGACIÓN PARLAMENTARIA La diputada del PPC Dolors Montserrat reclamó ayer una investigación parlamentaria sobre el saqueo del Palau, una propuesta que el PSC no apoyará, pero a la que ICV no descarta sumarse. Mientras, laconsellerade Justícia, Montserrat Tura, tildó a Millet y Montull de «delincuentes muy sofisticados».