Todas las autonomías 'insumisas' salvo Catalunya plantan a Mato

asolo tres días de la expulsión de los simpapeles del sistema sanitario público, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, convocó ayer una atípica reunión «informal» de consejeros en Valladolid que acabó siendo casi monocolor por el boicot de las comunidades que ya han anunciado que no aplicarán esta medida. Salvo Catalunya. Suconseller de Salut, Boi Ruiz, asistió pero no quiso hacer declaraciones ni siquiera sobre el sentido de su presencia. Hoy explicará en rueda de prensa cómo sorteará su departamento el veto a la atención gratuita a los extranjeros que no dispongan de permiso de residencia.

Tras finalizar la frustrada cumbre, los departamentos de salud de Canarias, Andalucía, País Vasco y Asturias, estas tres últimas gobernadas por el PSOE, hicieron público un comunicado conjunto explicando que no querían respaldar con su presencia «el conjunto de políticas regresivas» incluidas en la reforma sanitaria. También pidieron al ministerio «diálogo» y que «respete el papel y ámbito de decisión de las

autonomías».

Debido a las ausencias, la reunión se convirtió en un cursillo de doctrina sobre la polémica medida impartida por Mato casi exclusivamente a los suyos. Garantizó una vez más la sanidad para todos pero con un pequeño matiz: por vez primera reconoció ante los consejeros que los simpapeles tendrán que pagarla si la quieren. También reiteró que los que sean enfermos crónicos serán atendidos, pero no especificó quién se hará cargo de la factura. Y que la razón de la reforma no es económica, sino cumplir con las normas europeas evitando el turismo sanitario. La misma argumentación exhibida hasta el momento.

PROPUESTA SALARIAL / Los consejeros asistentes, con el de Castilla y León, el anfitrión, como portavoz, lanzaron una vaga propuesta para que los salarios de los profesionales de la sanidad sean «menos homogéneos» y primen en mayor medida aspectos como la calidad en el desempeño o la preocupación por la formación.

Ni de esto ni de nada quiso hablar Ruiz, que hoy deberá resolver la incógnita de cómo un Govern que acaba de solicitar el rescate podrá financiar la atención a los simpapeles que el Estado dejará de cubrir.

Elconseller deberá desvelar también si mantendrá la misma gratuidad en el ámbito de la medicina especializada. Su intención era, en principio, seguir prestando el servicio gratuito en diagnósticos graves, como cáncer, sida u otros, con una autorización caso por caso del Servei Català de la Salut.