El terremoto ha tenido una duración inusual de 20 segundos

EL TERREMOTO CAUSA DAÑOS EN EDIFICIOS Y LA SUSPENSIÓN DE CLASES EN MELILLA

EL TERREMOTO CAUSA DAÑOS EN EDIFICIOS Y LA SUSPENSIÓN DE CLASES EN MELILLA / vls

JULIA CAMACHO / SEVILLA

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El sur de la Península Ibérica y Melilla se han despertado la madrugada de este lunes sobresaltado por un temblor que parecía no tener fin. El reloj marcaba las 5.22 de la mañana cuando las paredes y, sobre todo, las camas, han empezado a moverse sacando a muchos de su plácido sueño. Pero mientras en Andalucía se han lanzado a las redes sociales para comentarlo, en Melilla el pánico se ha apoderado de muchos vecinos que han decidido abandonar sus viviendas y refugiarse en la parte alta de la ciudad, con escasas edificaciones y menor riesgo de derrumbe.

El terremoto se ha dejado notar en toda la costa andaluza, con especial incidencia en Málaga y Granada según el desglose del medio millar de llamadas realizadas al servicio unificado de emergencias 112,  pero sobre todo en la ciudad autónoma, el punto del territorio español más cercano al epicentro. Lo más llamativo, según coinciden los testimonios, ha sido la elevada e inusual duración del temblor, de entre 15 y 20 segundos, que para muchos se hicieron eternos; lo habitual en la zona suele ser la mitad de ese tiempo. “Nos despertamos asustados, salimos al pasillo y seguía moviéndose todo, nos pusimos los zapatos y todo seguía aún meneándose”, narra Pol Sempere, un residente en Melilla. “Mi jefe ha flipado porque le he dado tiempo a levantarse, ponerse los zapatos e ir corriendo a buscar a otra habitación a su hija antes de que la casa parase de temblar”.

DURMIENDO

A su padre, Antonio, el seísmo le ha pillado en su piso en una sexta planta del paseo marítimo de Melilla. “Estábamos durmiendo y nos hemos despertado porque la cama se movía una barbaridad”, relata Antonio. “Hemos salido rápido a la terraza y hemos visto que la gente estaba saliendo a la calle por miedo”. En algunos puntos de la ciudad incluso se ha interrumpido el suministro eléctrico, aunque ha vuelto rápidamente.

La hora ha sido un factor decisivo para no tener que lamentar daños personales, dado que en el centro comercial de Melilla, donde se ubican los edificios más antiguos, había cascotes procedentes de desprendimientos de fachada por doquier. No obstante, 26 personas han tenido que ser atendidas por heridas leves, principalmente ataques de ansiedad o contusiones y cortes provocados por una salida apresurada.

BALANCE DE DAÑOS

Nada más amanecer, los bomberos han podido empezar a hacer balance de daños, aún sin cuantificar. El Palacio de la Asamblea, sede del ayuntamiento, ha tenido que ser clausurado al localizarse grietas en el interior de las dependencias y en la fachada, afectando sobre todo a una de sus dos torretas, que posiblemente tenga que ser derruida, según los técnicos. También el edificio Quinto Centenario, sede de varias dependencias gubernamentales y los juzgados, ha sido desalojado de modo preventivo. Asimismo, el Gobierno de la Ciudad Autónoma ha decidido suspender las clases en colegios y centros universitarios hasta que los inmuebles sean revisados por los bomberos para garantizar que no hay ningún riesgo. Menos suerte han tenido los vecinos del edificio Estrella Polar, desalojados tras aparecer una enorme grieta en la fachada.

Mucha gente ha pasado toda la mañana en la calle ante el miedo por las cerca de 50 réplicas que se han ido sucediendo en las horas siguientes. El presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, ha querido hacer un llamamiento a la calma y ha afirmado que equipos de ingenieros, arquitectos y técnicos han comprobado el estado de todos los edificios afectados, y que en la mayor parte de los casos se trata de “grietas alarmistas” más que de “daños estructurales”.