UNA ESCULTURA DE GLORIETA QUERIDA

Salvar a 'Dino'

Amo y señor de la rotonda 8 'Dino', la escultura de Roc Alabern hecha con coches, en su glorieta, el viernes.

Amo y señor de la rotonda 8 'Dino', la escultura de Roc Alabern hecha con coches, en su glorieta, el viernes.

ALBERT SEGURA / TERRASSA

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Muchas rotondas cuentan con esculturas cuyo origen es inexplicable, casi místico. Esta es la impresión que pueden tener los foráneos cuando llegan a Terrassa por la carretera N-150. En plena glorieta, un dinosaurio gigante de colores llamativos da la bienvenida. Es 'Dino', y la denuncia de su deterioro hecha por un grupo de escolares ha conseguido que el ayuntamiento se haya comprometido a rehabilitar este referente de la ciudad.

No es habitual que la gente se percate de lo que hay en las rotondas, muchas veces simplemente las rodea sin reparar en qué contienen. Esto no ocurre en la rotonda de la carretera N-150, donde desde el año 2007 'Dino' es el amo y señor. Se trata de una escultura de ocho metros de altura, la segunda más alta de la ciudad después del monumento a la Dona, y que el fallecido artista Roc Alabern creó en 1986.

La pieza está compuesta de fragmentos de coches, entre ellos unos cuantos Citröen 2CV, un Ford Fiesta y varios modelos de la firma SEAT, como el 127, que unió y pintó de manera llamativa para crear la figura de un dinosaurio. La escultura se expuso durante la fiesta mayor de ese año frente a la estación de los Ferrocarrils de la Generalitat bajo el nombre de 'Environament', y formaba parte de una serie de obras artísticas repartidas por la ciudad durante la festividad local. Posteriormente la adquirió la empresa Autotex, situada en Viladecavalls, pero tras su cierre el consistorio pidió su cesión a la ciudad para instalarla en Terrassa.

Después de estudiar varias propuestas, en el 2007 se colocó en una de las rotondas de acceso a la ciudad desde Sabadell, un emplazamiento que alguien malpensado podría imaginar elegido en un intento de amedrentar a los vecinos con los que históricamente Terrassa ha tenido una -sana- rivalidad. El dinosaurio se convirtió rápidamente en un símbolo identitario de la ciudad, sobre todo del barrio de la Maurina, donde se creó una escuela con el nombre del artista, Roc Alabern.

Reunión de delegados

Sus alumnos visitan una vez al año al estatua, y este curso los niños se percataron de su mal estado: "Vimos que la pintura se está desprendiendo, y en la reunión de delegados se planteó trasladar nuestra impresión al alcalde", explica Hugo Junco, alumno de cuarto de primaria.

Una vez el alcalde, Jordi Ballart, confirmó la recepción de los pequeños, estos se pusieron manos a la obra: "Decidimos hacer un libro con dibujos de Dino y recogimos más de 300 firmas de padres para demostrar qué significa para nosotros", señala otra de las delegadas, Claudia Bonillo, que recuerda que el logo de la escuela es precisamente el imponente dinosaurio.

Finalmente, esta semana el alcalde recibió a una delegación de alumnos del centro, que le entregaron toda la documentación, ante la cual Ballart se comprometió a restaurar el monumento a partir de la próxima semana. "Para nosotros es importante que los alumnos que vayan a ver a Dino el año que viene lo encuentren en buen estado, y que estén orgullosos del emblema del colegio", celebra Joel Galindo, otro delegado de cuarto.

La acción de los pequeños habrá servido para ejercer presión y motivar una decisión que beneficiará la ciudad, manteniendo uno de los símbolos monumentales de referencia para los egarenses.