SEGUNDA CUMBRE INTERNACIONAL SOBRE ALIMENTACIÓN

Un tercio de la población mundial sufre carencias en su nutrición

Un bebé con desnutrición grave recibe asistencia en la unidad pediátrica del Hospital de Lodwar, en Kenia.

Un bebé con desnutrición grave recibe asistencia en la unidad pediátrica del Hospital de Lodwar, en Kenia.

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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Toshiba, industria japonesa de electrónica y centrales nucleares, producirá también lechugas, espinacas y otras verduras. Sus competidoras Sony, Panasonic y Fujitsu ya tienen granjas propias. Nestlé anunció hace poco que sacará comidas enteras en forma de pastilla. La alimentación humana se ha convertido en un negocio seguro, porque se puede no tener coche, pero hay que comer cada día, aunque  la calidad de la comida, es decir, de sus nutrientes, ya sea otro cantar. Unos 2.000 millones de personas (un tercio de la población mundial) sufren carencia nutritiva, lo que revierte en su salud, su actividad y su esperanza de vida.

Hoy se abre en Roma la segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición, organizada por la FAO -la agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura- y la Organización Mundial de Sanidad (OMS), que tiene como objetivo conseguir una alimentación adecuada para todos. En la primera conferencia, celebrada en 1992, a la que asistieron Juan Pablo II y Fidel Castro, se fijó como meta la erradicación del 50% de los hambrientos del planeta antes del 2015. Había entonces, según la FAO, 925 millones de personas que cada día se acostaban con hambre y ahora, 22 años más tarde, la cifra ha disminuido a 805 millones, lejos del objetivo previsto. «Es insuficiente», afirma la FAO, que abre la conferencia con la idea de que «los problemas globales requieren soluciones globales».

MARCO DE ACCIÓN / La conferencia terminará el viernes con la aprobación de una Declaración de Roma y un Marco de Acción contra la Desnutrición que ya han sido pactados previamente entre los más de 150 países que participan. El papa Francisco ha prometido intervenir  y en representación de España hablará la reina Letizia. Asistirán también numerosas oenegés, así como representantes de la industria que solo buscan beneficios económicos en los alimentos. Como sucede, por ejemplo, con el acaparamiento de tierras que grandes compañías compran y alquilan a un dólar en países pobres, a los que paradójicamente la FAO y otros organismos internacionales deben ayudar después para erradicar el hambre.

Según la organización Land Matrix, hasta el 2013 se habían comprado o alquilado 115,7 millones de hectáreas, una superficie que alberga más habitantes que Europa, EEUU y Canadá juntos. De acuerdo con el Banco Mundial, solo el 37%  sirve para producir alimentos y el resto se destina biocombustibles. En el 2009, Arabia Saudí, cuyos acuíferos están disminuyendo, recibió el primer suministro de arroz producido en sus tierras de Etiopía.

PRIMERA CAUSA DE ENFERMEDAD / Según datos actualizados, unos 99 millones de niños menores de 5 años pesan menos de lo que deberían, lo que afecta «gravemente a la salud y el desarrollo individual y social».

Por contra, en los países ricos 42 millones de menores de 5 años pesan más de lo recomendable y 500 millones de adultos son obesos. La FAO concluye que «la malnutrición -por defecto o exceso-- es la principal causa de enfermedad en el mundo» y «la causa subyacente de casi la mitad (45%) de todas las muertes infantiles».

El Marco de Acción contra la Desnutrición está condensado en 60 recomendaciones a los estados a conseguir antes del 2025 y cuyo cumplimiento revisarán la FAO y la OMS.  Es un programa ambicioso que incluye, entre otros objetivos, reducir el 40% la cifra de niños con retrasos de crecimiento debidos a la alimentación y el 50% los casos de anemia en mujeres en edad reproductiva.

Los países se comprometen también a diversificar los cultivos, incluyendo los tradicionales en regresión, y a «promover una cobertura sanitaria universal (...) para hacer frente a la malnutrición en todas sus formas» y «elaborar directrices dietéticas nacionales» que abarquen todo el periplo de los alimentos, incluidas las escuelas.