INQUIETUD EN EL SEGRIÀ

Tercer ataque de la jauría de perros salvajes de Lleida al ganado del mismo pastor

El balance global es de 223 ovejas muertas, la mayoría por asfixia al tratar de huir de los canes

El propietario de la granja, Ramon Agustí, junto a los animales fallecidos en el ataque de la semana pasada.

El propietario de la granja, Ramon Agustí, junto a los animales fallecidos en el ataque de la semana pasada. / periodico

EVA VISA / LLEIDA

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La jauría de perros salvajes de Seròs (Segrià) ha vuelto a atacar esta pasada noche al ganado de ovejas del mismo pastor. Ya son tres los ataques de este grupo de canes sin control en dos semanas. El objetivo ha sido siempre el mismo, aunque el rebaño ha sido trasladado en diferentes corrales del ganadero.

En esta última ocasión, la manada de perros asilvestrados hirió gravemente a dos ovejas ya que el propietario de los animales, Ramon Agustí, llegó a tiempo para evitar una nueva matanza. Sin embargo, el balance es de 223 ovejas muertas, la mayoría por asfixia al tratar de huir de los perros.

Agustí pide soluciones a una situación que, afirma, “no se puede alargar más”. “Los responsables “se pasan la pelota unos a otros”, se queja. El pastor ha sufrido ya tres ataques y cree que habrá un cuarto. “Parece que sea una broma. Me siento muy indefenso. Esta situación va a acabar conmigo”, afirma, desolado, este ganadero.

FAMILIAS DE ACOGIDA

El dispositivo de búsqueda desplegado por la Generalitat para tratar de capturar este grupo de perros continúa en marcha. Los agentes rurales y un grupo de seis cazadores realizan batidas en la zona y tienen permiso para disparar con arma de fuego si los avistan. El jefe de los rurales en Lleida, Llorenç Ricou, asegura que su localización “no será fácil” porque estos canes se mueven constantemente en un espacio muy grande y permanecen escondidos durante el día.

Este lunes, los agentes rurales capturaron cinco cachorros de este grupo de perros asilvestrados tras encontrar la madriguera donde se escondían, aunque ni rastro de los animales adultos. La camada tiene entre dos y tres meses de vida y permanece ahora en la perrera de Alcanó. Los responsables de su cuidado buscan familias de acogida para lograr su socialización.