Un tendero guineano salva a sus vecinos en el desplome de un edificio de Lleida

Fue un gran susto el que vivió ayer Lleida. Una historia con final si no feliz al menos no trágico (nadie murió y los heridos son leves). Y un héroe, un guineano llamado Mbemba Diaby que regenta una tienda de ropa cuya rapidez de reacción salvó la vida a siete de sus vecinos.

El número 16 de la calle Tallada, en el degradado Centre Històric de Lleida, era un edificio de viviendas de cuatro plantas que se alza entre dos solares. En uno de ellos había un edificio que fue derrocado en septiembre del 2011 porque amenazaba ruina. «A partir de entonces aparecieron grietas en nuestro bloque», afirma Diaby. El Ayuntamiento informó de que tuvo conocimiento de estas grietas la pasada semana.

CASCOTES Ayer por la mañana, Diaby se disponía a abrir su tienda situada en los bajos del edificio cuando, al intentar subir la persiana, halló resistencia. Después, cayeron algunos cascotes, y esto fue suficiente para que se dispararan sus alarmas. Sin perder tiempo, avisó por interfono a todos sus vecinos de que el bloque se venía abajo. Siete personas se encontraban en ese momento, las 9.50 horas de la mañana, en el edificio. «Mientras intentaba mover la persiana vi los cascotes y avisé. Lo importante es que gracias a Dios todos nos hemos salvado», dijo Diaby. En su declaración a los Mossos d'Esquadra el tendero añadió que en los últimos días las grietas habían crecido y se detectaban ruidos preocupantes.

A los dos heridos -un hombre de Mali de 45 años y una chica guineana de 25 años- el derrumbe les atrapó cuando trataban de huir. Pese a ello, sus heridas solo fueron leves. Adesola Owolabi y su amiga Joyce Odion, otras dos vecinas, no quisieron arriesgarse a bajar por la escalera desde el tercer piso. «Cuando ha avisado el de la tienda estaba con mi amiga en la casa y las dos saltamos por el balcón», narró Aseola.

QUERELLA El Ayuntamiento ha anunciado que se querellará contra el dueño del solar y el propietario del edificio por negligencia en el mantenimiento del inmueble y en el derribo de la vivienda contigua a la hundida. El propietario del edificio, Isidro Montagut -que tiene otros edificios con problemas- estuvo en la calle Tallada 50 minutos antes del siniestro. Montagut dijo que avisó al arquitecto el jueves y que ya había quedado con el propitario del solar para apuntalar la construcción.

El accidente de ayer también ha hecho que el Ayuntamiento haya acelerado algunas acciones en el castigado barrio del Centre Històric. Así, Urbanismo anunció que ha acelerado la demolición de 10 edificios declarados en ruina inminente que están pendientes de ser destruidos y que forman parte de la lista de 65 edificios ruinosos detectados desde el 2005, después de que otro edificio de cuatro pisos se desplomara en la calle Cavallers, a pocos metros de la calle Tallada. Entonces, la Generalitat y el Ayuntamiento decidieron abrir una línea de inspecciones extraordinarias de edificios.