ESTUDIO DEL CENTRE TECNOLÒGIC FORESTAL

La temporada de 'bolets' promete ser extraordinaria

'Boletaires' en el bosque en Sant Joan de l'Erm (Alt Urgell), la semana pasada.

'Boletaires' en el bosque en Sant Joan de l'Erm (Alt Urgell), la semana pasada.

EVA VISA
LLEIDA

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Los boletaires tienen motivos para estar contentos. Este año podrán disfrutar de su afición como no lo hacían desde hace muchos años. Los expertos en la materia aseguran que todos los indicadores auguran una campaña de setas excepcional en los bosques catalanes. Los estudios realizados por el Centre Tecnològic Forestal de Catalunya (CTFC) prevén un crecimiento de setas que incluso podría repetir las cifras récord del 2003, cuando se superaron los 124 kilos por hectárea. El año pasado

-que no fue nada malo- se quedó en poco más de 80 kilos.

Juan Martínez de Aragón, investigador del centro con sede en Solsona, afirmó ayer que la campaña de este otoño superará la media de los últimos 18 años, estimada en 57 kilos por hectárea. No solo eso, sino que, si se acaban cumpliendo los mejores pronósticos, puede más que doblarla.

Los recolectores de setas más afortunados encuentran ya algunas de las variedades más apreciadas, como los ceps, los rovellons, los rossinyols, los ous de reig y los camagrocs. Eso sí: en la mayoría de los casos tiene que desplazarse para ello, ya que de momento las setas crecen en las cotas más altas del Pirineo y el Prepirineo, donde encuentran árboles altos, con sombra y humedad.

Lo mejor es que lo bueno aún está por venir. Se espera que en pocas semanas los hongos empiecen a proliferar en muchos lugares de Catalunya, si las condiciones meteorológicas continúan siendo favorables. Las copiosas lluvias durante el verano y las temperaturas inferiores a las habituales están siendo claves para su aparición. El responsable del área de meteorología del Servei Meteorològic de Catalunya, Marc Prohom, explicó que este verano ha llovido casi el doble de lo que acostumbra. Las comarcas donde se han acumulado más precipitaciones son el Alt Urgell,

el Berguedà y el Ripollés, con una media de unos 150 litros por metro cuadrado solo en julio.

OTOÑO FAVORABLE / Las previsiones a largo plazo también se decantan a favor de los amantes de la micología. Se espera un otoño sin fríos repentinos, con lluvias periódicas y vientos en calma, una conjunción de factores ideal para los hongos.

Quien no se fía mucho de los pronósticos, sin embargo, es el presidente de la Associació Micològica Font i Quer, Gabriel Carrascosa, quien teme que con estas predicciones tan optimistas se produzca una invasión de los montes por parte de aficionados inexpertos. Lo ha vivido en muchas ocasiones en los bosques del Montseny, adonde suele acudir. «En las cotas bajas todavía hay pocas setas. Mucha gente las recolecta antes de tiempo y si las condiciones meteorológicas son adversas en las próximas semanas ya no volverán a crecer», explicó.

Esta masificación de la que habla es habitual en los bosques de las comarcas de montaña durante los fines de semana hasta mediados de diciembre. Miles de aficionados acuden como si se tratara de un ritual. Uno de ellos es Jordi Sole, que es de Sort (Pallars Sobirà) y ha buscado setas toda su vida. Este boletaire explica que sus cestos ya han llegado, en más de una ocasión, llenos a casa este agosto, pero que la experiencia le dice que aún tiene que llover más. La temporada tiene muy buena pinta, pero ahora es necesario que las nubes le escuchen y continúen soltando el agua que la tierra necesita para que surjan los hongos entre las hojas caídas.