El Supremo tumba las esperanzas de las víctimas de la talidomida

Víctimas de la talidomida reclaman una indemnización, el pasado febrero en las inmediaciones del palacio de la Moncloa, en Madrid.

Víctimas de la talidomida reclaman una indemnización, el pasado febrero en las inmediaciones del palacio de la Moncloa, en Madrid. / JOSÉ LUIS ROCA

MANUEL VILASERÓ / MADRID

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las esperanzas depositadas en el recurso presentado ante el Tribunal Supremo por las víctimas de la talidomida se vinieron ayer abajo de modo estrepitoso. Pese al escrito de 254 folios presentado por la fiscalía apoyando su causa, la Sala de lo Civil confirmó ayer la sentencia de la Audiencia de Madrid que en octubre del año pasado les negó las indemnizaciones reclamadas al fabricante del medicamento que sus madres tomaron durante el embarazo y les produjo terribles malformaciones .

El alto tribunal ha rechazado el recurso de casación casi por unanimidad, por 8 votos contra uno, y avalado el argumento esgrimido por los magistrados de Madrid: que la demanda se presentó fuera de plazo, cuando el delito ya había prescrito.

Frente al edificio de la plaza de la Villa de París se había concentrado desde primera hora de la mañana un pequeño grupo de víctimas, animadas por la actitud mostrada por la fiscalía y por las señales positivas que les había transmitido el presidente del Supremo en la reunión celebrada a raíz de la presentación del recurso. «Estamos sorprendidos de se haya desestimado. Es un mazazo. El informe del fiscal no ha servido para nada», acertó a decir en un primer momento José Riquelme, presidente de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite).

Pese al duro golpe recibido no tirarán la toalla. Tienen decidido recurrir al Tribunal Constitucional y si este no les da la razón acudirán al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. «Seguiremos luchando», ha prometido Riquelme. El abogado de la organización, Ignacio Martínez, recordó que la decisión representa un «agravio comparativo» con lo que sucede en otros países como Alemania o Australia, donde sí se indemnizó a estos afectados

En una primera sentencia, un juzgado de Madrid había dado la razón a los afectados y había ordenado al laboratorio alemán Grünenthal pagarles unas elevadas indemnizaciones. En concreto estableció el pago de 20.000 euros por cada punto de minusvalía reconocido por la Administración. La solicitud había sido planteada por Avite.

Pero la Audiencia Provincial y ahora el Supremo consideran que habían transcurrido sobradamente el plazo de prescripción. Este es de un año en las demandas civiles desde que se descubren los efectos perniciosos. Las víctimas sostienen que el plazo debía empezar a contar desde la publicación del decreto que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dictó en el 2010 reconociendo los perjuicios causados por el medicamento. Pero aquel restrictivo decreto solo ha concedido ayudas a una vientena de los centenares de afectados. En todo caso, el TS considera que no puede ser tomado para calcular el plazo de prescripción. Debieron demandar a la empresa mucho tiempo antes.

El fallo deja abierta la posibilidad de nuevas reclamaciones civiles fundadas en la aparición de daños no conocidos hasta ahora y respecto a los cuales, por tanto, no haya transcurrido el plazo de prescripción. Los afectados ya las están preparando pero en este caso las indemnizaciones solo podrían cubrir los nuevos daños.

La reacción de la empresa ha sido idéntica a la mantenida hasta ahora. Ha insistido que las víctimas de la talidomida ya cuentan con medios «satisfactoriamente establecidos» para beneficiarse de ayudas económicas.

Pero los afectados pugnan por obtener indemnizaciones justas y pensiones que el Gobierno se niega a conceder. Tras el revés judicial de octubre del año pasado, Sanidad se comprometió a estudiar las propuestas de Avite en este sentido pero aún no dado ninguna respuesta El PSOE sí le brindó apoyo y presentó una proposición no de ley en el Congreso que fue rechazada por el PP. Su líder, Pedro Sánchez, les mandó ayer ánimos y reteiró el compromiso de apoyarles.