"Sufrí estrés postraumático y recuerdo poco de lo que me hicieron"

Nadia Represa enseña ahora a profesores y padres a detectar el bullying

MANUEL VILASERÓ / MADRID

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El acoso que sufrió Nadia Represa fue psicológico, pero tan intenso que le produjo estrés postraumático, hasta el punto de que no recuerda la mayor parte de los episodios por los que pasó. Sabe que la insultaban “por lo bajo” y que la desestabilizaban mientras tenía que responder en clase hasta que rompía a llorar mientras la profesora la regañaba porque creía que el llanto solo era una excusa, que en realidad lo que pasaba es que no se sabía la lección.  

Los profesores nunca se percataron de su situación pero, por suerte, su madre sí captó algunos cambios significativos. “Me ponía el pelo por la cara, para ocultarme, dejé de hacerlos deberes, hablaba cada vez menos…”. Fue su salvación porque, como la gran mayoría de las víctimas, en lo último que piensan es en contarlo. Están convencidas de que ellas son las culpables de lo que les pasa. “Estaba bloqueda. Incluso cuando mi madre me preguntó me costó mucho verbalizarlo”.

FALTA DE PREPARACIÓN

Ahora Nadia da charlas a profesores y padres para que aprendan a detectar estas señales para poder actuar. “Son cambios mínimos, pueden parecer cosas insignificantes, pero hay que estar atentos siempre”, aconseja. También ha escrito un libro de su experiencia que les puede servir de guía, titulado 'Bajo mi piel', y ha participado este jueves en el encuentro de exvíctimas con el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo. Sus contactos con los profesores le han enseñado que la gran mayoría no están preparados para afrontar este tipo de situaciones. "Les cuesta distinguir lo que es el acoso de unas simples bromas", advierte, y señala otro punto débil: la preparación aún es más insuficiente para abordar el ciberacoso. A ella la cambiaron de colegio pero siguieron con el 'bullying' a través de la red social Tuenti