Sombras sobre BCN World

Imagen recreada por Veremonte de lo que querrían que fuera BCN World.

Imagen recreada por Veremonte de lo que querrían que fuera BCN World.

CRISTINA BUESA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Desde hace ya muchos meses, en el Govern evitan hablar de BCN World. Cada vez que se refieren al proyecto de casinoshotelestiendas de lujoteatros centros de convenciones previsto en los terrenos anexos a Port Aventura, entre Vila-seca y Salou (Tarragonès), hablan del CRT. Son las siglas de Centre Recreatiu i Turístic, el ente formado por los dos ayuntamientos y la Generalitat. Otra cosa distinta es BCN World, el nombre comercial ideado por Veremonte en septiembre del 2012 con el que se tapaba la derrota ante Madrid en la pugna por el Eurovegas de Sheldon Adelson.

Así que, a pesar de que el apelativo más popular para el futuro macrocomplejo es BCN World, en la Generalitat esquivan siempre que pueden ese nombre. Entre otras cosas porque va íntimamente ligado a la empresa impulsora del proyecto, presidida por Enrique Bañuelos, pero de la que no se confirmará su implicación firme en el macrocomplejo hasta dentro de 15 días. Estas dos semanas son clave para el futuro de una iniciativa que aspira a atraer a millones de turistas cada año y crear miles de puestos de trabajo.

Tardanza

Por este motivo, las palabras del lunes del 'conseller' d'Empresa OcupacióFelip Puig, sonaron a aviso y dejaron entrever dudas sobre Veremonte. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Puig aseguró que si la firma no sigue adelante, el Govern mantendrá igualmente el proyecto. Esto sucedería si la compañía que durante hasta ahora ha capitaneado la iniciativa de la Costa Daurada incumple alguno de los dos plazos que tiene en el calendario inmediato.

El primero de ellos tiene que ver con una documentación que ya debería estar en poder de la Conselleria d'Economia i Coneixement hace meses. Veremonte, igual que el Grup Peralada y Melco Property Development Limited, optó al concurso de licencias de casino organizado por la Generalitat y fue preseleccionado con dos agrupaciones de empresas, una con Melco y otra con Hard Rock.

A pesar de que entonces, el 6 de agosto, se anunció como admitida la candidatura de Veremonte, falta la publicación en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) de la resolución de esa primera fase del concurso. Pero esto no se puede hacer porque faltan papeles. La Direcció General de Tributs i Jocs había solicitado en las bases del concurso una gran cantidad de certificados informes para verificar la solvencia técnica y la experiencia acumulada en materia de juego de los aspirantes. No obstante, casi cuatro meses después, solo Veremonte no ha completado este trámite. La compañía que preside Bañuelos tiene tiempo hasta este domingo, 30 de noviembre, para hacerlo. De lo contrario, caería del concurso. Todo apunta que llegarán a tiempo.

380 millones necesarios

La otra fecha marcada en rojo es el 10 de diciembre. Es el día que vence la prórroga concedida por La Caixa a Veremonte para hacer efectiva su opción de compra sobre los terrenos del CRT. El precio acordado en su día fue de 380 millones. Se trata de una cifra elevada que querrían negociar para rebajarla, aunque Veremonte insiste oficialmente en que estará en condiciones de desembolsar esa cantidad. Si eso fuera así, los otros preseleccionados para construir un complejo turístico integrado (CTI), Melco o Peralada, deberían alcanzar un acuerdo con Bañuelos para que le vendiera las hectáreas necesarias para levantar su parte del complejo.

Si, por el contrario, la firma que impulsa la marca BCN World se retirara de la compra por falta de fondos, se debería comenzar una nueva negociación entre La Caixa y los otros posibles interesados. Este extremo también quedará aclarado en las próximas semanas.

Reunión bilateral con Melco

En el Govern, mientras tanto, con los ojos puestos sobre lo que ocurra en breve, van redactando el Plan Director Urbanístico (PDU), que es la herramienta que decidirá sobre el mapa qué es lo que se puede hacer y lo que no en esas 825 hectáreas. El coordinador del proyecto, Damià Calvet, ya anunció en octubre que cada CTI tendría 450.000 metros cuadrados e instó a los cuatro postulantes a definir cuanto antes qué planes tienen.

Pero también hacen otras cosas. Como mantener reuniones bilaterales con otros aspirantes a hacer un complejo, como la que celebraron el 10 de octubre con los principales directivos de Melco, que se desplazaron a Catalunya para hablar con el Govern, que insiste que tirarán adelante sea con quien sea.