EL ISLAM EN ESPAÑA

Sólo 24 comunidades islámicas tienen un lugar para el enterramiento musulmán

La Ucide recuerda el problema de islamofobia en España y denuncia la falta de voluntad de los ayuntamientos para ceder parcelas para lugares de culto y cementerios

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La Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide) denuncia que sólo 24 de las 1.279 comunidades religiosas que hay en los distintos municipios españoles poseen un lugar para enterramiento islámico, la mayoría de ellas en parcelas dentro de los cementerios municipales.

Así lo constata en su Informe especial 2014 sobre el seguimiento de la situación del ciudadano musulmán y la islamofobia en España en el que señala que los ayuntamientos, que son los que tienen las competencias, no se muestran dispuestos a ceder parcelas para lugares de culto y cementerios islámicos. En este sentido, el presidente de la Ucide, Riay Tatary, ha explicado que, a pesar de que los municipios están obligados por ley a ceder una parcela para estos enterramientos, en España sólo existen tres cementerios islámicos; en Ceuta, Melilla y Griñón (Madrid) y otro privado en Fuengirola (Málaga). El resto son parcelas cedidas en los cementerios por los ayuntamientos correspondientes.

En total, de los 8.119 municipios españoles, en los que existen 1.279 comunidades religiosas, sólo 24 poseen un lugar para enterramiento islámico. De esta manera, aquellos musulmanes que fallecen en localidades que no cuentan con un lugar de enterramiento deben trasladarse a otra ciudad aunque -tal y como explica Tatary- muchas sólo permiten enterrar a las personas que están empadronadas, mientras que otras que sí lo permiten llegan incluso a doblar el canon que cobran, como es el caso de Madrid y Zaragoza. "Antes, muchos musulmanes eran enterrados en sus países de origen, pero ahora, las generaciones nuevas, que han nacido en España, quieren que sus padres descansen aquí", subraya Tatary. Se trata de "una forma más de integración".

"Si no nos ayudamos mutuamente, con una sola mano no se puede aplaudir", lamenta. Además, resalta que en algunos ayuntamientos la obtención de licencia para mezquitas se convierte en "un larguísimo camino lleno de obstáculos burocráticos y, finalmente, de oposiciones vecinales activistas".

EL ISLAM EN LA ESCUELA

El informe analiza también las relaciones institucionales y el tratamiento de la enseñanza religiosa en el ámbito educativo. Así, la Ucide advierte de que sigue habiendo administraciones que no incluyen la asignatura de religión islámica como optativa en los impresos de matrícula de los centros educativos, tal y como está contemplado en la Lomce. Además, recalca que casi 20 años después de la entrada en vigor del convenio sobre designación y régimen económico de los profesores de enseñanza religiosa, la mayoría de las Administraciones educativas "se resisten al cumplimiento igualitario de la ley, alargando, con excusas y pretextos, su aplicación hasta que finalmente acaba cada año escolar".

De esta manera, el informe subraya que el Ministerio de Educación, que paga las nóminas de los profesores de religión en Andalucía, Aragón, Canarias, Cantabria, Ceuta, y Melilla, contrata docentes para la asignatura de religión islámica en los centros de Educación Primaria y tiene previsto hacerlo para los centros de Secundaria.

Mientras que, en el caso de las administraciones educativas autonómicas, la Ucide indica que sólo el País Vasco cumple la normativa. Asturias, Baleares, Castilla La Mancha, Cataluña, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra y Valenciana "no parecen dispuestas a contratar profesores de religión islámica para ninguna etapa educativa, ni a autorizar su ejercicio contratados por los padres o comunidades, ni a gestionar y facilitar información sobre las solicitudes de la enseñanza", apunta. Cada año, antes del inicio del curso escolar, la Comisión Islámica de España, a través de la Ucide, solicita información a las distintas administraciones educativas sobre el alumnado demandante, y "aunque mejoran las respuestas", continúa un "gran silencio" administrativo, "blindando" la información como administraciones "opacas y arbitrarias".