El 'smartphone' mete el ciberacoso en las aulas de primaria

Una voluntaria de la Autoritat Catalana de Proteccio de Dades habla con alumnos en Banyoles.

Una voluntaria de la Autoritat Catalana de Proteccio de Dades habla con alumnos en Banyoles.

CARMEN JANÉ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Instituto Nacional de Estadistica (INE) sostiene que uno de cada cuatro niños de 10 años «dispone de teléfono móvil», y esto es así desde el 2010, el primer año en que tuvieron estadísticas sobre menores. A partir de esa edad, el porcentaje sube casi exponencialmente, y a los 15 años dispone de móvil casi el 90% de la población. Pero las estadísticas empiezan tarde y cada vez se ven más móviles y tabletas con conexión a internet y apps en poder de niños más pequeños de 10 años. De hecho, han pasado a ser el regalo codiciado en Navidades o en las comuniones católicas, que suelen hacerse entre los 8 y los 9 años. Y han hecho que los insultos de clase pasen antes a la red y se conviertan en ciberacoso. O que se vean expuestos antes a pederastas disfrazados en redes sociales.

Por ello, los expertos alertan de que la formación en los riesgos de las nuevas tecnologías a los menores se comience antes y no se espere, como hacen en muchos colegios, al primer curso de la ESO (12 años) o al último curso de primaria, es decir, a partir de los 11 años.

«Si esperas a los 14 años, como padre ya casi has perdido su atención. Cuanto antes empieces, mejor, porque es cuando te van a escuchar. En el Reino Unido, un tercio de los menores de tres años tiene contacto con un móvil», advertía, en este pasado Mobile World Congress, Janice Richardson, coordinadora de Insafe, la red de centros del recientemente concluido programa Safe Internet, de la Unión Europea, para educar a los niños en nuevas tecnologías.

Y no hablaba solo de delitos como el ciberacoso, la suplantación de identidad para conseguir fotos eróticas de menores o el chantaje. Richardson alertaba también sobre la aceptación de software capaz de captar datos personales o contraseñas (malware) al usar aplicaciones gratuitas; el robo de contraseñas entre compañeros, las compras online o el acceso a páginas o vídeos pornográficos o violentos, o que fomenten la anorexia o la bulimia, por ejemplo.

«Los niños siempre son niños. Experimentan, son curiosos… Hay que enseñarles que no saben tanto de tecnología como se piensan y que han de medir las consecuencias de sus actos. Volver a desarrollar el lóbulo central del cerebro, enseñarles a razonar», añade Richardson.

EDUCACIÓN TRANSVERSAL / En Catalunya, Ensenyament, que acaba de avalar un informe del Consell Escolar de Catalunya que recomienda que se utilicen los móviles en clase, recuerda que los peligros de internet son un tema que se aborda «transversalmente» en tutorías o en clase de informática, no en el currículo.

Los Mossos d'Esquadra comenzaron en el 2008 a dar charlas a chicos de 10 y 11 años, y han ido reduciendo la edad hasta los actuales 8 años. «Ahora los padres ya no pueden controlar el ordenador, porque cada vez se conectan más desde donde quieren, con su móvil o el del padre o la madre. Es mejor fomentar el sentido de la responsabilidad del menor», explica el subinspector Ferran Regina, jefe de la unidad central de Proximidad y Atención al Ciudadano de los Mossos, que son quienes imparten formación en las escuelas catalanas. «Hay varios formatos, con simulaciones y talleres. Uno es el cuento de la cibercaperucita roja, un cuento infantil que servía para educar a los niños para que no se fiaran de los desconocidos ahora sirve para explicar lo mismo pero con una Caperucita con cuenta en Facebook», añade.

La Autoritat Catalana de Protecció de Dades acaba de comenzar un ciclo de conferencias a padres y a alumnos de colegios públicos y concertados de Catalunya sobre cómo proteger la privacidad online.

También la Policía Nacional ha implantado un plan director contra el acoso escolar, en los centros y en internet. «Estamos viendo casos de ciberacoso en primaria. Hay que concienciar a los padres, a los niños y a los colegios de que tomen medidas y que denuncien, porque además de ser un problema muy grave, si no se ataja a tiempo, los agredidos se pueden acabar convirtiendo en agresores», dice Inmaculada Leis, inspectora jefe de la Unidad Central de Participación Ciudadana de la Policía Nacional.

Las operadoras de telefonía fraguaron alianzas ya en el 2007 para promover webs de consejos para padres y filtros parentales, además de colaboraciones con otras entidades como Protégeles o Pantallas Amigas y acordaron, a nivel internacional, crear un filtro por el que vetan las páginas que difunden pornografía infantil. Otras iniciativas son más privadas, como la de Orange, cuyos empleados destinan algunas horas de su jornada laboral a dar charlas en colegios sobre riesgos online.