El Síndic investiga la muerte de 2 pacientes por recortes

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto una investigación sobre la queja del jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Manuel Galiñanes, que vincula la muerte de dos pacientes este verano con los recortes en la calidad asistencial que ha padecido el centro sanitario. Según Ribó, es la primera queja que recibe en la que se establece «un nexo causal entre unos recortes y hechos como estos».

Galiñanes afirma que dos pacientes del hospital, calificados como urgentes, murieron antes de poder ser operados por la falta de recursos ante la situación creada por los recortes. Uno, mientras estaba ingresado en planta esperando la operación, y el otro, después de que la intervención fuera pospuesta dos veces, la segunda porque el paciente tenía fiebre y no se le pudo ingresar por falta de camas. El médico denuncia que el servicio de Cardiología, que se había reforzado con anterioridad para ir aligerando la larga lista de espera, fue víctima de la falta de personal, que los dos quirófanos exclusivos estaban dedicados a otras intervenciones menores y que las camas dedicadas a cardiología acogían a pacientes de otras unidades.

PETICIONES DE AGILIDAD

La Conselleria de Salut y el hospital de Vall d'Hebron han enviado motu proprio documentación sobre el caso tras el escrito de queja del médico, ha precisado Ribó. Ambas entidades han pedido al Síndic celeridad en la investigación de los hechos. El hospital niega los hechos denunciados y asegura que los pacientes no murieron a causa de los recortes, sino como consecuencia de sus patologías.

También Metges de Catalunya, el sindicato mayoritario en la sanidad pública catalana, ha solicitado a Salut una «investigación en profundidad»  sobre ambos casos, y sobre cuáles eran los recursos humanos y técnicos de que disponía este verano el hospital para atender la cirugía cardiaca, de la que ya había denunciado hace dos años las largas listas de espera. La asociación el Defensor del Paciente ha pedido a la fiscalía que abra una investigación.

Galiñanes, antes de presentar la queja al Síndic, ya había denunciado el caso ante la Conselleria de Salut y el Institut Català de la Salut, sin resultado.