Sin botica en el pueblo

Sobre las diez de la mañana, Gloria González abre las puertas de su farmacia en Talarn (Pallars Jussà), mientras entra los medicamentos que el repartidor ha dejado poco rato antes frente al establecimiento. Su rostro no denota alegría, pues todo apunta a que el próximo 1 de setiembre cerrará el negocio. Hace 16 años que abrió la farmacia en el pueblo y, agregados a ella, unos años más tarde, tres servicios de botiquín en otros núcleos de la comarca; en Salàs de Pallars, Palau de Noguera y Vilamitjana. Dice que se ve obligada a cerrar porque su negocio«ya no es rentable», la facturación ha disminuido a la mitad en los últimos tres años debido a la bajada del precio de los medicamentos y a los recortes en el margen de beneficios.

La de Talarn es la primera farmacia que cerrará este año en la provincia de Lleida (en los últimos cinco años sólo otra se ha visto obligada a hacerlo también por motivos económicos) y en Catalunya. Un ejemplo, según el Col·legi Farmacèutic de Lleida, de las dificultades por las que está pasando el sector, que afectan sobre todo a las farmacias pequeñas.

Sin margen de maniobra

«La reducción del precio de los medicamentos está golpeando a todas las farmacias. Sin embargo, las grandes tienen más margen de maniobra que las pequeñas porque antes de cerrar pueden reducir otro tipo de gastos, como el número de empleados. Las pequeñas están demasiado atadas a los márgenes. Muchas se están acercando al límite de supervivencia»,afirma Josep Aiguabella, presidente del Col·legi, que reclama estabilidad en los precios.«Cada dos meses nos están aplicando medidas diferentes, tanto la Generalitat como el ministerio. Y esto desestabiliza al sector»,denuncia.

Según la asociación profesional, la facturación media de las oficinas de farmacia de Lleida ha caído un 10% en los primeros seis meses del año, mientras que los costes que implica mantener las farmacias abiertas continúan subiendo.

Gloria González ha colgado un anuncio en internet para poner en venta su farmacia. Si antes del día 1 de septiembre aparece un comprador, tanto el municipio de Talarn (con poco más de 300 habitantes), como otros pocos núcleos pequeños que le rodean continuarán con el servicio de farmacia cubierto.«La media de edad de los vecinos del pueblo es elevada. Esperamos que antes de la fecha de cierre aparezca un comprador porque si no, tendremos que desplazarnos dos kilómetros hasta Tremp para adquirir medicamentos», explica Sebastià Erta, uno de los vecinos.

El Col·legi de Lleida asegura que Salut está buscando una nueva adjudicación para los botiquines que dependen de Talarn, con el fin de garantizar el servicio en el territorio. Y advierten de que en el caso que la farmacia cierre por falta de comprador se tendrá que estudiar, según la ley de ordenación farmacéutica de Catalunya, si el número de habitantes en el municipio permite abrir una nueva . En Lleida hay más de cien municipios con una única farmacia, más de la mitad de las 192 que hay en toda la provincia.