SIN GLUTEN

Sensibilidad al gluten sin ser celíaco, nueva enfermedad que va en aumento

Las ventas de alimentos sin gluten se han multiplicado por seis en la última década

EFE / MADRID

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La sensibilidad al gluten no celíaca es una patología nueva no alérgica que sufren personas a las que se les ha descartado enfermedad celíaca y alergia al trigo, y que podría sufrir hasta un y un 10 por ciento de la población. De hecho, las ventas de alimentos sin gluten se han multiplicado por seis en la última década y ya hay más consumidores de estos productos no celíacos que celíacos. Así se ha puesto de manifiesto durante la XII Reunión de Controversias y Novedades en Alergia que la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) celebra hoy y mañana en Madrid, en la que los especialistas demandan mejores herramientas para el diagnóstico formación específica.

De hecho, no existe ningún biomarcador para la sensibilidad al gluten no celíaca, por lo que sólo se puede realizar un diagnóstico de exclusión tras haber descartado la enfermedad celíaca y la alergia al trigo, señala el doctor Javier Molina-Infante, gastroenterólogo del Hospital San Pedro Alcántara de Cáceres. Los afectados por esta nueva patología experimentan síntomas gastrointestinales (diarrea, dolor o hinchazón abdominal) y otros como cansancio, dificultad para concentrarsecefaleas dolores musculares o articulares dependiente de la exposición a alimentos que contienen gluten. Pese a incluir el término gluten en el nombre de la nueva enfermedad, se desconoce si es este componente del trigo, otras proteínas o los hidratos de carbono los que desencadenan la sintomatología.

Aunque se estima que entre el 5 y el 10 % de la población general puede sufrir esta condición, los primeros ensayos clínicos han demostrado que sólo de un 15 a un 33 % de los pacientes con sospecha desarrollan más síntomas con gluten que con una sustancia placebo. Otras alergias alimentarias cuya prevalencia está aumentando de manera notable son las denominadas "enterocolitis por proteínas" provocadas principalmente por alimentos como la leche, el pescado, los cereales o el huevo y son más frecuentes en la población infantil.