EN PAMPLONA

Seis años de prisión por abuso sexual a una menor de edad

Ocurrió en junio del 2011 en la capital de navarra cuando una joven de 16 años se hallaba en "estado de semiinconciencia" por haber estado bebiendo

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La Audiencia de Navarra ha condenado a 6 años de prisión a un pamplonés de 30 años por un delito de abuso sexual, cometido en junio de 2011 en la capital navarra, contra una joven que entonces tenía 16 años y que se hallaba en "estado de semiinsconciencia" por haber estado bebiendo.

En la sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, la Sección Primera de la Audiencia impone además al procesado la medida de libertad vigilada por un tiempo de siete años y le condena al pago de las costas y de una indemnización a la víctima de 12.000 euros.

LOS HECHOS

Los hechos tuvieron lugar sobre las 5.00 horas del 19 de junio de 2011 cuando la joven y un amigo suyo, tras haber estado bebiendo, se dirigían hacia el barrio pamplonés de San Juan y ella sufrió un desvanecimiento como consecuencia del alcohol ingerido.

En un momento dado pasó el acusado y el amigo le pidió que se hiciera cargo de ella mientras iba a buscar un taxi, pero él "amparándose en el estado de semiinconsciencia o serio aturdimiento" de la chica, la condujo hasta un jardín próximo y, sin su consentimiento, la penetró "con manifiesto ánimo de satisfacción de su deseo sexual". La joven quedó tirada en el jardín, en ese mismo estado, hasta que fue observada por dos jóvenes que le atendieron, sin que ella recordara nada de lo ocurrido.

El tribunal considera probado el contacto sexual no sólo porque el acusado lo admitió, aunque alegando que había sido consentido, sino también por la prueba de ADN realizada. Respecto al consentimiento de la joven, la sentencia considerada constatado "con rotundidad" que la víctima, que ni siquiera conocía al procesado, "se hallaba sin capacidad para aceptar consciente y voluntariamente la ejecución de los actos de naturaleza realizados por el procesado" siendo además éste "perfectamente conocedor de esa incapacidad".

La denunciante, agrega la sentencia, se encontraba "profundamente afectada por el alcohol que previamente había ingerido" y no tenía en aquel momento "control alguno de sus propios actos ni posibilidad de percibir lo que realmente estaba ocurriendo, careciendo de capacidad de reaccionar".