El sector de la cultura se moviliza por la filosofía

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v7b6997 / ALBERT BERTRAN

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Sin el deseo y la pasión por el conocimiento no se habría hecho nada en este mundo”. Lo ha recordado la catedrática de ética Begoña Román en el acto de presentación del manifiesto (manifestfilosofia.cat) parar asegurar la continuidad de la filosofía en el currículo docente catalán celebrado este martes en el CCCB. “No es solo una asignatura. Es una herramienta indispensable para completar la formación de las personas, y debe aún más tenerse en cuenta en una sociedad que está experimentando tantos cambios”, ha argumentado el diputado por Junts pel Sí y profesor de la materia Josep Maria Forné, impulsor del texto junto a otra decena de ensayistas y pensadores como Josep Maria Esquirol, Ignasi Boada, Ignasi Roviró, Josep Olesti, Jesús Hernández y Josep Montserrat, entre otros. Un centenar de personalidades de la cultura han firmado el texto, entre ellos los poetas Enric Casassas y Pere Rovira, el artista Perejaume, los escritores Jaume Cabré y Vicenç Villatoro y los cantautores Marina Rossell y Lluís Llach. 

El actor Francesc Orella –el profesor Merlí de la aplaudida serie de TV-3 y actualmente en el Goya con la obra 'Art'- ha sido el encargado de leer el manifiesto, en el que se subraya que “la presencia de la filosofía en la enseñanza permite a los niños y a los jóvenes no solo descubrir la existencia de una disciplina académica, sino fomentar los hábitos en su comportamiento intelectual, así como educar una mirada a la vida, tanto personal como colectiva”. El texto incide en la importancia de estimular a los jóvenes en “un pensamiento propio, favorecer la comprensión de la realidad y fomentar la crítica y la autocrítica como actitudes que ayudan a ser prudentes y tolerantes”.

La profesora Román ha abundado en la trascendencia de una materia sin la cual no sería posible la “regeneración de la democracia” y aplicable a cualquier objeto de la vida, sea la música, el lenguaje o la medicina. 

DILUVIO DE INFORMACIÓN

En la época del “diluvio de información” el pensamiento cobra una relevancia máxima, ha remarcado el físico y poeta David Jou. “Es fundamental tener herramientas para estructurar esa información, convertirla en conocimiento útil y profundizar en ella”. La disciplina filosófica es básica, ha agregado, para potenciar el espíritu crítico para discernir si es verídica o no toda esa lluvia de datos y para reflexionar sobre cuestiones como los valores de convivencia.

Jou ha apuntado también la necesidad de estrechar los lazos entre ciencia y filosofía en esta sociedad supertecnificada. “La tecnología facilita muchos medios pero se nos invita poco a pensar en los fines; para qué deben servir esos logros, quiénes son sus destinatarios y cuáles son sus peligros”. Ha puesto un ejemplo para el debate: “Pronto se conseguirá crear vida en un laboratorio, un tipo de vida que será muy diferente, artificial. Cómo decir si se ha conseguido vida o no. Lo primero es definir la vida”.

“Vivimos en una saturación de superficialidad”, ha acertado a resumir la profesora Núria Vives, impulsora asimismo del documento que solicita que la filosofía salga del rincón y cobre mayor presencia en la enseñanza. José Ignacio Wert redujo de tres horas a dos horas la asignatura en 1º de Bachillerato y para el 2º curso del mismo ciclo propuso que solo se impartiera en la modalidad de humanidades, aunque ocho comuninades, entre ellas Catalunya, sí la contemplan como materia común también en la elección de ciencias.